Saben que hoy recuperamos la clase del jueves pasado, el último de agosto, por el paro que hubo.
Hoy veremos un recurso muy simpático y poco conocido, que pertenece al campo de lo fonológico, y fue muy usado durante los primeros años del siglo XX:
Hoy veremos un recurso muy simpático y poco conocido, que pertenece al campo de lo fonológico, y fue muy usado durante los primeros años del siglo XX:
el Lipograma
Después de la Primera Guerra Mundial, comienza verdaderamente el siglo
XX y un proceso de liberación mental. Irrumpen los movimientos políticos de
izquierda, la liberación sexual, y en la literatura, comienzan a liberarse de
los corsets de los modelos y estructuras vigentes. Esto se manifiesta, en
parte, mediante la desacralización de lo establecido con juegos de rebeldía y
divertimento como el “cadáver exquisito”, expresado todo en los manifiestos de
las Vanguardias. Estos ejercicios de liberación fueron necesarios para
despojarse de la rigidez e ir buscando el contenido.
Un lipograma (en griego: λείπειν γράμμα, ‘abandonar una letra’) es un
texto en que se omite sistemáticamente alguna letra (o varias) del alfabeto. El
grado de dificultad de este artificio lingüístico es directamente proporcional
a la frecuencia de la letra omitida en el idioma utilizado (en español la a o
la e) y a la extensión de dicho texto.
Algunos lipogramas particularmente ingeniosos omiten todas las vocales
salvo una, con lo que se reduce mucho el conjunto de palabras que se pueden
escribir y los textos pueden quedar muy forzados. Un ejemplo claro de este tipo
de lipograma puede ser encontrado en Las vocales malditas, del escritor
mexicano Óscar de la Borbolla, cuyos textos emplean el uso de una sola vocal
por cada uno.
El primer autor de lipogramas de quien se tiene referencias es el poeta
griego del (siglo VI a. C.) Laso de Herminone a quien se deben dos obras en las
que suprimió la letra griega sigma: la «Oda a los Centauros» y el «Himno a
Deméter» aunque de esta segunda obra sólo nos ha llegado su primer verso.
En el siglo III, a Néstor de Laranda se le atribuye la reescritura de la
«Ilíada» en forma de lipograma de forma que en cada uno de los 25 cantos se
había suprimido una letra griega: en el primer canto se omitió la letra alfa,
en el segundo la beta, etc. Lo mismo ocurre con la presunta obra del poeta
griego del siglo V Trifidoro de Sicilia, a quien se atribuye la reescritura de
la «Odisea» eliminando una letra en cada una de las 24 secciones en que dividió
las aventuras de Ulises.
Entre los lipogramáticos europeos destaca Gottlob Burmann (1737-1805),
excéntrico poeta romántico alemán que desarrolló tal fobia a la letra R que la
omitió por completo en los 130 poemas que escribió, y durante los últimos 17
años de su vida procuró omitirla incluso de su habla cotidiana. Por ello,
probablemente, dejó de pronunciar su apellido durante ese tiempo porque
contiene una r.
Jacques Arago, un escritor francés del siglo XIX, escribió su Voyage
autour du monde sans la lettre A (Viaje alrededor del mundo sin la
letra A) en 1853. Sin embargo, treinta años después confesó que una sola
palabra, serait, que se traduce como "sería", estropeó su lipograma.
Cabe mencionar también a Georges Perec, un escritor francés que, junto
con otros escritores, constituyó el grupo de literatura potencial denominado
Oulipo, grupo que se ha caracterizado por adoptar una multiforme variedad de
manierismos formales en sus escritos, como por ejemplo su novela negra La
disparition donde suprime la letra E y que fue traducida al español
como El secuestro, sin usar la letra A en toda la traducción.
En el mundo del cine podemos citar a la película Misery, en
la que el escritor secuestrado debe escribir la continuación de la novela
favorita de su secuestradora, omitiendo la letra "E", que luego sería
completada por ella.
Ya en el siglo XX, Enrique Jardiel Poncela publica entre 1926 y 1927
cinco relatos lipogramáticos en el diario La Voz, cada uno de ellos sin una de
las cinco vocales y entre los que destacan el escrito sin la letra A: El chofer
nuevo, y el escrito sin la letra E: Un marido sin vocación
El grupo argentino Les Luthiers cuenta con 5 obras cuyos títulos están
realizados utilizando solamente una vocal:
¡ Papa
Garland had a hat and a jazz band and a mat and a black fat cat (Rag)
¡ Pepper
Clemens sent the messenger: nevertheless the reverend left the herd (Ten Step)
¡ Miss
Lilly Higgins sings shimmy in Mississippi's spring (Shimmy)
¡ Doctor
Bob Gordon shops hot dogs from Boston (Foxtrot)
¡ Truthful
Lulu pulls thru zulus (Blus)
Alfredo Casero en su programa de la década de 1990, Cha Cha Cha, inventó
un sketch, "Ojo con los Orozco", durante el período en el que creaba
personajes con su cara estirada sobre la pantalla que comentaba sobre la
historia de ocho extraños personajes, algunos de ellos vinculados con la
realidad de su país, el sketch constituía un lipograma muy complejo al
suprimirse todas las vocales salvo la O, a lo que se le suma lo gracioso por la
extraña personalidad de Casero. A pesar de su complejidad, el texto aún
guardaba sentido, y fue llevado a la canción de la mano del también argentino
León Gieco y un video clip con l participación de Dady Brieva, Lalo
Mir, Leo Sbaraglia, Enrique Pinti, Darío Grandinetti y Fabio Posca, que se
puede ver en el siguiente link
También existen los lipogramas accidentales. En este caso, existen
“investigadores” que han descubierto que, por ejemplo, Jorge Luis Borges no
utilizó las letras k, w y x en el cuento La casa de Asterión.
En resumen, el lipograma es un recurso casi humorístico y entretenido,
que fuerza la forma por sobre el contenido de un texto literario. Yo lo
propongo para textos para niños, siempre es muy eficiente y divertido trabajar
con la materia blanda de un idioma.
Para terminar el tema del recurso, del que -insisto- sirve para juego de
niños, es un texto escrito sólo utilizando la A, escrito increíblemente por ...
Rubén Darío.
AMAR HASTA FRACASAR
Trazada para la A
La Habana aclamaba a Ana, la dama más agarbada, más afamada. Amaba a Ana
Blas, galán
asaz cabal, tal amaba Chactas a Atala.
Ya pasaban largas albas para Ana, para Blas; mas nada alcanzaban. Casar
trataban; mas
hallaban avaras a las hadas, para dar grata andanza a tal plan.
La plaza, llamada Armas, daba casa a la dama; Blas la hablaba cada
mañana; mas la mamá,
llamada Marta Albar, nada alcanzaba. La tal mamá trataba jamás casar a
Ana hasta hallar
gran galán, casa alta, ancha arca para apañar larga plata, para agarrar
adahalas1. ¡Bravas
agallas! ¿Mas bastaba tal cábala?. Nada ¡ca! ¡nada basta a tajar la
llamada aflamada!
Ana alzaba la cama al aclarar; Blas la hallaba ya parada a la bajada.
Las gradas callaban
las alharacas adaptadas a almas tan abrasadas. Allá, halagadas faz a
faz, pactaban hasta
la parca amar Blas a Ana, Ana a Blas. ¡Ah ráfagas claras bajadas a las
almas arrastradas a
amar!. Gratas pasan para apalambrarlas más, para clavar la azagaya al
alma. ¡Ya nada
habrá capaz a arrancarla! (fragmento)
Compartimos ahora la lectura de partes del prólogo de su libro Tumbas
de poetas y pensadores, de 2007 del escritor holandés Cees Noteboom.
Se trata de un largo viaje por unas 80 tumbas figuras mundiales de la
literatura como Pablo Neruda, Julio Cortázar, Antonio Machado, Robert Louis
Stevenson, Yasunari Kawabata, Thomas Mann, James Joyce, Elias Canetti, Honoré
de Balzac, Marcel Proust o Bertolt Brecht, donde el autor les dedica relatos,
poemas o simples comentarios, acompañados por las fotografías realizadas por su
esposa, Simone Sassen.
Algunas frases del prólogo que nos impactaron:
“He vivido con la poesía toda la vida”… “para la mayoría de las
personas la poesía no existe…. “No es algo que uno se proponga… la manera en
que se le pone frente a ella en el colegio….”
“Las mismas palabras de siempre… la superficie técnica de los versos.”
“En toda gran poesía por moderna que sea está contenida la herencia de
los clásicos, lo anterior.”… “Recibiremos esa herencia de regalo.”
“Sé que hay dos clases de tumbas: unas, a las que se acude de manera más
o menos fortuita, porque, por la razón que sea, nos encontramos precisamente en
el país o en la ciudad que alberga la tumba; otras, que para visitarlas se hace
expresamente el viaje.
“En la casa de la poesía hay muchas moradas”… “Se puede leer poesía en
grandes habitaciones o en pequeñas salas. Los lectores son semejantes a los
monjes cartujos, con frecuencia están en grupos pero mayormente están solos”.
“El lector es la tablilla de cera y el poema es el sello”.
“Un poema tiene que estar en armonía consigo mismo”.
“Escribir es aplazar la mortalidad”.
Una cita de Eugenio Montale:
“Las rimas son mujeres viejas que llaman a la puerta del poeta para que
las deje entrar”.
El autor propone leer en dos direcciones, desde hoy hacia atrás, y luego
hacia adelante. Inverso y reverso.
En latín casi todo el vocabulario está relacionado con el cultivo de la
tierra: la palabra verso es un término agrícola que tiene que
ver con la forma de arar los campos con azada y un animal de tiro. Repetir para
recordar, rima, pie firme. Poiei, verbo griego, del que se deriva la palabra “poesía”, significa "hacer". Nada menos. Hasta la próxima, en que trabajaremos algo de la obra de la gran poeta Olga Orozco, dado que el jueves 11 de septiembre la Dra. Ma. Rosa Lojo disertará aquí, en la SADE, y nosotros, como taller, asistiremos.
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