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martes, 1 de agosto de 2017

Clase N° 7 /año 4 - martes 25 de julio 2017

EL YO LÍRICO DIVERSO, GÓTICO Y DULCEMENTE VORAZ DE BEATRIZ SCHAEFER PEÑA

La noticia es que la Fundación Argentina para la Poesía –FAP– acaba de otorgarle el Gran Premio de Honor 2017 a la trayectoria poética, galardón compartido con el poeta Marcos Silber, y que les será entregado a ambos en el próximo mes de septiembre.

Para cerrar el ciclo “Mes de la amistad en la Letras”, nuestra “tertulia” –como le gusta nombrar a nuestros encuentros Lidia Vinciguerra, vicepresidenta de la FAP– homenajeamos hoy a Beatriz Schaefer Peña con un reportaje y lectura de sus poemas en el taller Abordajes poéticos.


Beatriz Schaefer Peña y abajo, las portadas de algunos de sus poemarios: 
Mi jardín tiene estrellas, En la alta noche, Campo de juego, El que devora







Nos habló de su poesía y el misterio de lo que le es dado: “a mí me dictan el poema, no sé quién me lo dicta”, nos dijo. Escuchándola leer, nos dimos cuenta de que su poesía fue escrita para ser leída en voz alta.

Posee una cadencia tan personal, un rítmico cabalgar sobre la palabra como creadora de un clima conducente y sugerente, en el que su particular voz musical le otorga el vehículo apropiado para conducirla. Y es allí donde manifiesta su intencionalidad estética.

Su poesía está constituida mediante un rico y original lenguaje metafórico, lugar donde apoya sus complejos y variados códigos artísticos. Se transmuta por ejemplo en un particular y empático tiburón, en el poema El que devora, que da título también a todo aquel poemario editado en 2008. Este largo poema elegíaco está íntegramente leído aquí por primera vez, y puede escucharse en su voz, en la grabación de nuestro encuentro (link inmediatamente debajo).




Durante dos momentos en que BSP leyó sus poemas.



Lo más original en Schaefer Peña es la construcción de su “yo lírico”, es decir, el sujeto ficticio que se caracteriza por la utilización de la primera persona gramatical –yo– y que desde allí expresa y da a conocer tanto su mundo interior como su naturaleza.

Ese “yo lírico” es curioso, inquieto, incisivo, misterioso, gótico, vampírico. Muestra su lado a veces romántico y melancólico, a veces despiadado y cínico, sin duda siempre atrayente, pleno de personajes históricos, bíblicos, de criminales famosos, seres mitológicos, personajes de fábula o literarios, como por ejemplo El Padrino, The Godfather, desde la transtextualidad literaria con el autor, Mario Puzo. 

Seguimos nombrando personajes: Hannibal, en referencia al cinematográfico Hannibal Lecter y su vínculo literario con el Infierno dantesco. En su haber están también los de carne y hueso Yiya Murano y Jack the ripper, la literaria dupla Dr. Jekyll and Mr Hyde, el devastador huracán Katrina y Pegaso, el Centauro, María Magdalena, Salomé, Lázaro.

En el poemario Campo de juego da vida a cada una de las piezas de un singular ajedrez contado; cada pieza del juego tiene voz y se narra, y hasta se dio el lujo de inventar una pieza extra, la peona.



Y además nos contó:

♦ Que la realidad es siempre peor, que la literatura tiene un orden.

♦ Acerca de su atracción por lo esotérico y lo monstruoso, palabra que viene del latín, y que etimológicamente significa “avisar”, “advertir”, lo que en el mundo antiguo referenciaba el vínculo con una voz en sentido religioso y denotaba prodigio, un suceso sobrenatural.

♦ Que comenzó a escribir desde chica, que le era natural ese mundo porque su abuelo materno y su padre fueron escritores y se educó en ese ámbito. 

♦ Que su padre le enseñó a escandir las sílabas de los versos. 

♦ Que un día descubrió la poesía de los simbolistas franceses, desde Baudelaire a Lautémont. Y ese día cambió para siempre su mirada estética.

♦ Que el poeta, quiéralo o no, es testigo de su tiempo. Y que este tiempo suyo vivido es el disparador de su discurso poético.

♦ Que no hay para ella tema inabordable.

♦ Que en su adolescencia fue influenciada por las enseñanzas del poeta Vicente Barbieri, quien además prologó su primer libro, escrito a los 15 años. 

Schaefer Peña es autora de siete libros de poemas, uno de cuentos y un ensayo. Participó en numerosos encuentros literarios y recibió cantidad de distinciones. Parte de su poesía está en cantidad de antologías y está traducida al italiano, portugués, catalán y alemán, y fue musicalizada.
Aquí algunos de sus poemas:

Misión del lobo

                                Estoy triste en la noche

                               de colmillos de lobo.


                                                        Alejandra Pizarnik

Irrumpe

en la inclemencia de la noche

y cierra el horizonte,

aún herido de luz,

cercándome con ulular y estrellas.

Percibo su colmillo

tendido en acechanzas

que me inducen

a la última aventura,

ese recóndito deseo.

Entonces,

pulso la sangre 

de su avidez 

y me someto

para ser, desde él,

este implacable aullido.

♦ 

Lázaro

Hace tres días y dos noches

que yazgo boca abajo

en este pasadizo.

Alguien me llama por mi nombre

y me ordena volver a ese lugar

dispuesto a mi destino.

Soy un hombre que le teme a su dios,

a su castigo

y que ya estuvo muerto.



Hoy he vuelto a la vida,

a esa intemperie. 
 

                                                                             ♦ 


Antes de esparcirnos

                                       Génesis Cap. XI

No teníamos alas, sólo la desmesura

y quisimos llegar hasta el Azul. 

¿Qué hacer para alcanzar el sitio

donde la Majestad

hizo posible al hombre?

No existía en la tierra

más que un solo lenguaje,

unos pocos vocablos

y con ellos construimos los peldaños

para subir los sueños.

Abajo quedó la ciudadela,

el soberbio herraje que se abría

a la fiesta de las bocas.

El beso anunciador

del fuego de otros besos.

Los muros del silencio.

El placer del olvido.

Y mientras descubríamos

la distancia infinita

en procura del Nombre,

nuestra voz perdió su melodía.

                                                                               ♦ 

El Arquero

Lentamente estiraba el arco

buscando la curvatura exacta

para ajustar la flecha

a su destino.

Yo era el blanco.

Yo fui el blanco

antes de que el zumbido

cruzara aquel espacio.

                                                                            ♦ 

La Última Cena

                                 Rotemburgo-2001

Un solo discípulo sentado a la mesa.

Un solo comensal esperando al anfitrión

que le ha ofrecido su plato predilecto.

No sabe que él mismo 

es el banquete que le aguarda. 

Cada parte de su cuerpo está dispuesta

para el regocijo de los paladares.

Y se hunde en el zumo agridulce de las jarras

celebrando el momento,

mientras la noche llega con su dormidera

desde el fondo del día.



Él, ignorando que ya se ha devorado, 

sueña que es un río que avanza con la sangre

arrasando el despojo.



La Yapa

1-Beatriz Schaefer Peña lee el poema Misión del lobo, en el ciclo organizado por Gustavo Tisocco y Norberto Barleand. https://www.youtube.com/watch?v=6PRX3lG5RD8

2- Poemas publicados en el tomo XIII de la Antología poética de la FAP http://www.letrasargentinas.com.ar/Poemas.asp?autor=5439


Aviso parroquial

Este martes próximo retomamos las actividades naturales del taller de lecto-escritura. 

                                                                          ♦ 


Luego de nuestro poético encuentro con Beatriz Shaefer Peña, fue el momento de la entrega de diplomas a los cuatro participantes del ciclo realizado en la SADE, Sociedad Argentina de Escritores, y a la coordinadora. Aquí con Martín Katz Darío, bisnieto de Rubén Darío, quien participó activamente en el primero de nuestros encuentros de este ciclo "Mes de Amistad en la Letras". En medio, la vicepresidenta de la FAP, Lidia Vinciguerra, y Sandra Pien, poeta y conductora de estos talleres. Recibieron también sus diplomas los poetas Antonio Requeni, María del Mar Estrella y Beatriz Schaefer Peña. Y al ciclo asistieron los miembros del taller Abordajes poéticos y amigos y poetas entrañables especialmente invitados, como Daniel Couto, Norberto Barleand, Carina Paz, Irene Zava, Hilda Guerra, Roberto Morganti, Ernesto Costa Perazzo, María Elena Camba, entre otros. La noche terminó como corresponde: con un brindis por la poesía y los poetas. 


¡Nos deseo una muy buena semana poética!



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