jueves, 15 de septiembre de 2016

Clase N° 22 /año 3 - jueves 8 de septiembre 2016

         A TRAVÉS DE LA
         POÉTICA DE 
         OCTAVIO PAZ -1 




Arriba, un encuentro histórico: Octavio Paz y Jorge Luis Borges. 
Abajo, la primera página de El arco y la lira. 

En el programa N° 6, nuestra 6ta clase de Abordajes poéticos, el taller de lectoescritura de la Fundación Argentina para la Poesía realizado online vía streaming los jueves de 18 a 19 hs, hora argentina, en www.onradio.com.ar , los asistentes leyeron sus trabajos realizados bajo la consigna de la clase pasada, un cuento o un relato en 2da persona. 

Luego para alternar narrativa y poesía, comenzamos el abordaje de la obra del gran poeta y ensayista mexicano, Octavio Paz, tema que continuaremos el jueves próximo. 


La gran definición inspiradora

de lo que es poesía y poema 

Esta es la primera página del libro El arco y la lira (1956), de Octavio Paz, México, FCE, que lleva como subtítulo: El poema. La revelación poética. Poesía e historia.


La poesía es conocimiento, salvación, poder, abandono. Operación capaz de cambiar al mundo, la actividad poética es revolucionaria por naturaleza; ejercicio espiritual, es un método de liberación interior. La poesía revela este mundo; crea otro. Pan de los elegidos; alimento maldito. Aisla; une. Invitación al viaje; regreso a la tierra natal. Inspiración, respiración, ejercicio muscular. Plegaria al vacío, diálogo con la ausencia: el tedio, la angustia y la desesperación la alimentan. Oración, letanía, epifanía, presencia. Exorcismo, conjuro, magia. Sublimación, compensación, condensación del inconsciente. Expresión histórica de razas, naciones, clases. Niega a la historia: en su seno se resuelven todos los conflictos objetivos y el hombre adquiere al fin conciencia de ser algo más que tránsito. Experiencia, sentimiento, emoción, intuición, pensamiento no dirigido. Hija del azar; fruto del cálculo. Arte de hablar en una forma superior; lenguaje primitivo. Obediencia a las reglas; creación de otras. Imitación de los antiguos, copia de lo real, copia de una copia de la idea. Locura, éxtasis, logos. Regreso a la infancia, coito, nostalgia del paraíso, del infierno, del limbo. Juego, trabajo, actividad ascética. Confesión. Experiencia innata. Visión, música, símbolo. Analogía: el poema es un caracol en donde resuena la música del mundo y metros y rimas no son sino correspondencias, ecos, de la armonía universal. Enseñanza, moral, ejemplo, revelación, danza, diálogo, monólogo. Voz del pueblo, lengua de los escogidos, palabra del solitario. Pura e impura, sagrada y maldita, popular y minoritaria, colectiva y personal, desnuda y vestida, hablada, pintada, escrita, ostenta todos los rostros pero hay quien afirma que no posee ninguno: el poema es una careta que oculta el vacío, ¡prueba hermosa de la superflua grandeza de toda obra humana!



Y los poemas que leímos en clase: 

Raíz del hombre

 Más acá de la música y de la danza,
 aquí, en la inmovilidad,
 sitio de la música tensa,
 bajo el gran árbol de mi sangre,
 tú reposas. Yo estoy desnudo
 y en mis venas golpea la fuerza,
 hija de la inmovilidad.

 Éste es el cielo más inmóvil,
 y ésta la más pura desnudez.
 Tú, muerta, bajo el gran árbol de mi sangre.


 II

 Ardan todas las voces
 y quémense los labios;
 y en la más alta flor
 quede la noche detenida.

 Nadie sabe tu nombre ya;
 en tu secreta fuerza influyen
 la madurez dorada de la estrella
 y la noche suspensa,
 inmóvil océano.

 Amante, todo calla
 bajo la voz ardiente de tu nombre.
 Amante, todo calla. Tú, sin nombre,
 en la noche desnuda de palabras.

 III

 Ésta es tu sangre,
 desconocida y honda,
 que penetra tu cuerpo
 y baña orillas ciegas,
 de ti misma ignoradas.

 Inocente, remota,
 en su denso insistir, en su carrera,
 detiene la carrera de mi sangre.
 Una pequeña herida
 y conoce a la luz,
 al aire que la ignora, a mis miradas.

 Ésta es tu sangre, y éste
 el húmedo rumor que la delata.

 Y se agolpan los tiempos
 y vuelven al origen de los días,
 como tu pelo eléctrico si vibra
 la escondida raíz en que se ahonda,
 porque la vida gira en ese instante,
 ay, latido cruel, irreparable,
 y el tiempo es una muerte de los tiempos
 y se olvidan los nombres y las formas.

 Ésta es tu sangre, digo,
 y el alma se suspende en el vacío
 ante la viva nada de tu sangre.



 IV

 No hay vida o muerte,
 tan sólo tu presencia,
 inundando los tiempos,
 destruyendo mi ser y su memoria.

 En el amor no hay formas
 sino tu inmóvil nombre, como estrella.
 En sus orillas cantan
 el espanto y la sed de lo invisible.



  ANTES DEL COMIENZO

Ruidos confusos, claridad incierta
 Otro día comienza.
 Es un cuarto en penumbra
 y dos cuerpos tendidos.
 En mi frente me pierdo
 por un llano sin nadie.
 Ya las horas afilan sus navajas.
 Pero a mi lado tú respiras;
 entrañable y remota
 fluyes y no te mueves.
 Inaccesible si te pienso,
 con los ojos te palpo,
 te miro con las manos.
 Los sueños nos separan
 y la sangre nos junta:
 somos un río de latidos.
 Bajo tus párpados madura
 la semilla del sol.
                                 El mundo
 no es real todavía,
 el tiempo duda:
                               sólo es cierto
 el calor de tu piel.
 En tu respiración escucho
 la marea del ser,
 la sílaba olvidada del Comienzo.




CONVERSAR

En un poema leo:
conversar es divino.
Pero los diosa no hablan:
hacen, deshacen mundos
mientras los hombres hablan.
Los dioses, sin palabras,
 juegan juegos terribles.

El espíritu baja
y desata las lenguas
pero no habla palabras:
habla lumbre. El lenguaje,
por el dios encendido,
es una profecía
de llamas y una torre
de humo y un desplome
de sílabas quemadas:
ceniza sin sentido.

La palabra del hombre
es hija de la muerte.
Hablamos porque somos
mortales: las palabras
no son signos, son años.
Al decir lo que dicen
los nombres que decimos
dicen tiempo: nos dicen.
Somos nombres del tiempo.
Conversar es humano.


Decir, Hacer
                                      A Roman Jakobson

Entre lo que veo y digo,
 Entre lo que digo y callo,
 Entre lo que callo y sueño,
 Entre lo que sueño y olvido
 La poesía.
 Se desliza entre el sí y el no:
 dice
 lo que callo,
 calla
 lo que digo,
 sueña
 lo que olvido.
 No es un decir:
 es un hacer.
 Es un hacer
 que es un decir.
 La poesía
 se dice y se oye:
 es real.
 Y apenas digo
 es real,
 se disipa.
 ¿Así es más real?
 Idea palpable,
 palabra
 impalpable:
 la poesía
 va y viene
 entre lo que es
 y lo que no es.
 Teje reflejos
 y los desteje.
 La poesía
 siembra ojos en las páginas
 siembra palabras en los ojos.
 Los ojos hablan
 las palabras miran,
 las miradas piensan.
 Oír
 los pensamientos,
 ver
 lo que decimos
 tocar
 el cuerpo
 de la idea.
 Los ojos
 se cierran
 Las palabras se abren.



 ¡Buena semana poética! Y recordamos que



Los Abordajes poéticos pueden escucharse online los días jueves de 18 a 19 hs, horario de la Argentina, vía streaming, por www.onradio.com.ar




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