viernes, 20 de junio de 2014

Clase N° 9 19-06-14



En esta clase veremos la obra de Rodolfo Alonso, un poeta de la generación del ´50. Traductor de poesía, quien la semana pasada, invitado por la FAP, brindó una conferencia aquí, en la SADE, titulada Traducción del poema, ¿una utopía irresistible?

Entre otras cosas, Alonso dijo:
Todos es traducible, excepto el lenguaje (frase de Carlos Mastronardi).
La poesía es imposible, por eso lo intentamos.

El recurso de hoy: paralelismo sintáctico. Es la repetición de una figura sintáctica en un verso o versos consecutivos.

Ejemplos:

El lagarto está llorando

Federico García Lorca

El lagarto está llorando.
La lagarta está llorando.

El lagarto y la lagarta
con delantalitos blancos.

Han perdido sin querer
su anillo de desposados.

¡Ay, su anillito de plomo,
ay, su anillito plomado!

Un cielo grande y sin gente
monta en su globo a los pájaros.

El sol, capitán redondo,
lleva un chaleco de raso.

¡Miradlos qué viejos son!
¡Qué viejos son los lagartos!

¡Ay, cómo lloran y lloran,
¡ay! ¡ay! cómo están llorando!

Los nueve monstruos

César Vallejo

Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente.

Jamás, hombres humanos,
hubo tanto dolor en el pecho, en la solapa, en la cartera,
en el vaso, en la carnicería, en la aritmética!
Jamás tanto cariño doloroso,
jamás tanta cerca arremetió lo lejos,
jamás el fuego nunca
jugó mejor su rol de frío muerto!
Jamás, señor ministro de salud, fue la salud
más mortal
y la migraña extrajo tanta frente de la frente!
Y el mueble tuvo en su cajón, dolor,
el corazón, en su cajón, dolor,
la lagartija, en su cajón, dolor.

Crece la desdicha, hermanos hombres,
más pronto que la máquina, a diez máquinas, y crece
con la res de Rosseau, con nuestras barbas;
crece el mal por razones que ignoramos
y es una inundación con propios líquidos,
con propio barro y propia nube sólida!

Invierte el sufrimiento posiciones, da función
en que el humor acuoso es vertical
al pavimento,
el ojo es visto y esta oreja oída,
y esta oreja da nueve campanadas a la hora
del rayo, y nueve carcajadas
a la hora del trigo, y nueve sones hembras
a la hora del llanto, y nueve cánticos
a la hora del hambre y nueve truenos
y nueve látigos, menos un grito.

El dolor nos agarra, hermanos hombres,
por detrás, de perfil,
y nos aloca en los cinemas,
nos clava en los gramófonos,
nos desclava en los lechos, cae perpendicularmente
a nuestros boletos, a nuestras cartas;
y es muy grave sufrir, puede uno orar...
Pues de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren,
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido, mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más).
Y también de resultas
del sufrimiento, estoy triste
hasta la cabeza, y más triste hasta el tobillo,
de ver al pan, crucificado, al nabo,
ensangrentado,
llorando, a la cebolla,
al cereal, en general, harina,
a la sal, hecha polvo, al agua, huyendo,
al vino, un ecce-homo,
tan pálida a la nieve, al sol tan ardido!
¡Cómo, hermanos humanos,
no deciros que ya no puedo y
ya no puedo con tanto cajón,
tanto minuto, tanta
lagartija y tanta
inversión, tanto lejos y tanta sed de sed!
Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?
¡Ah! desgraciadamente, hombre humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.

Repite las estructuras sintácticas,


Rodolfo Alonso

Rodolfo Alonso (Buenos Aires, 4 de octubre de 1934) poeta, traductor, ensayista y ex editor argentino. Ex alumno del Colegio Nacional de Buenos Aires. Adolescente aún, perteneció a la generación del ’50 y fue el más joven de la legendaria revista de vanguardia "Poesía Buenos Aires". Primer traductor de Fernando Pessoa en América Latina, a la vez primera con sus principales heterónimos en castellano. Junto con Klaus Dieter Vervuert, fueron de los muy primeros en traducir poemas de Paul Celan.

Publicó más de 30 libros (principalmente de poesía, pero también de ensayo y narrativa) publicados tanto en su país como en el exterior.

Ha desarrollado una vasta tarea como traductor de grandes poetas del francés, italiano, portugués y gallego, entre ellos, Fernando Pessoa, Paul Celan, Cesare Pavese, Marguerite Duras, Gillo Dorfles, Carlos Drummond de Andrade, Giuseppe Ungaretti, Paul Éluard, Jacques Prévert, Umberto Saba, Murilo Mendes, Eugenio Montale, Guillaume Apollinaire, Dino Campana, Rosalía de Castro, Manuel Bandeira, Charles Baudelaire, Stéphane Mallarmé, Olavo Bilac, Antonin Artaud, Pier Paolo Pasolini, Paul Valéry, André Breton, Ledo Ivo, Georges Schehadé.

Dirigió su propia editorial de libros, con un catálogo que llegó a más de 250 títulos.

Recibió numerosos premios, como por ejemplo: Premio Nacional de Poesía (1997). Orden “Alejo Zuloaga” de la Universidad de Carabobo (Venezuela, 2002). Premio Konex de Poesía (2002). Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía (2004). Palmas Académicas de la Academia Brasileña de Letras (2005). Premio Único de Ensayo Inédito de la Ciudad de Buenos Aires (2005). Premio Festival Internacional de Poesía de Medellín (Colombia, 2006). Premio Rosa de Cobre de la Biblioteca Nacional (2014).

Dirige la colección "La Gran Poesía" de Eduvim (Editorial Universitaria Villa María). La Universidad de Princeton se ha hecho cargo de su archivo personal (epistolar y fotográfico), que se encuentra en proceso de catalogación.

Sobre su poesía, escribió Viviana Bermúdez Arceo: “muestra una coherencia sustentada en una difícil conjunción: sincero sentir junto a palabra sencilla y equilibrada. Instalado en la experiencia de lo propio, se lanza a la expansión universal. En su vasto recorrido poético se evidencia una obra auténtica, que resuena íntima e intensa pero también abierta al diálogo con el otro, razón de ser del poeta. Voluntad fraterna, anhelo de humanización que constituye un rasgo caracterizador de su poética.”

Una vanguardia, surgida en medio de una realidad nacional inmersa en el peronismo, primero, y el golpismo que le sucedió.


La generación del ´50

Como toda nueva generación joven siente que lo anterior no sirvió. En este caso, el  final del modernismo, de la generación del ´40, con sus formas fijas (el soneto y los endecasílabos).

Consideraban que la poesía consistía en poner suficiente distancia de la profusa retórica. En suma, de lo que no tradujera al ser humano en toda su verdad.

Al propio tiempo, los poetas mismos ya se reconocen como pertenecientes a una generación que buscará, no la fuga del entorno sino la afirmación en él, para hallar esa verdad esencial; signando además con esto la tarea estética a la que dedicarán todos sus esfuerzos: el hombre en tanto ser ético.

En aspectos temáticos y centrales los distintos grupos que se conforman son coincidentes.

En esta época existían 3 grupos que publicaban sus obras e idearios en revistas:

Poesía Buenos Aires
Este grupo giraba alrededor de una revista homónima. Su núcleo lo integraban Raúl Gustavo Aguirre y Edgar Bayley, quienes se alternaban en la dirección, y Nicolás Espiro, Rodolfo Alonso y Jorge Enrique Móbili. A lo largo de una década, pero sobre todo en los primeros números, la revista publicó diversos textos programáticos y manifiestos. Firmada por Aguirre y Móbili, la nota editorial del número 1, por ejemplo, declaraba:

"El poeta esquiva la debilidad, la palidez, la muerte de una mariposa. Ha de tardar en la solicitud de los alimentos: en el momento del hambre, será el último, la alegría entreabierta sobre el pan de los hombres. Se arroja apto y fértil, responde a la esfinge y se desplaza a voluntad, porque renueva interminablemente la densidad de sus sensaciones. (...) Y nada ha de explicar, ni la puerta entreabierta, ni la expansión del misterio, ni la música que escribe en el espacio. Ha de dar su poema y los días siguientes".

Dentro de este grupo, se destacaban Horacio Armani, Antonio Requeni, Jorge Vocos Lescano, Atilio J. Castelpoggi, Rodolfo Alonso, Osvaldo Svanascini, Luis Furlan.

En un artículo de 1953, se puntualiza como característica de esta poética la preocupación por el hombre:
“El signo especial que les guía y orienta es la búsqueda del hombre verdad, cuerpo y espíritu en acción de mística humanidad”. Y más adelante: “Hombre y paisaje, canción vital y sudorosa señalan a la poética del cincuenta.”

Confían en la palabra pero consideran que es un trabajo estéril. Prefiguran ya el posmodernismo.

El lema de la revista: “Poesía de Buenos Aires tendrá a bien no devenir institución”.


Aguirre concibe la poesía como una de las pocas posibilidades de comunicación humana. El hombre es un símbolo y la poesía acomete una empresa imposible, puesto que no puede hablar a todas y de todas las experiencias posibles, no tiene otro poder que su ausencia.

 “En arte el peligro es la retórica, seguir haciendo algo, una muletilla que se repite”, dice
Rodolfo Alonso.

El grupo sigue la propuesta poética de Guillaume Apollinaire, cuyo lema es: “La vida y el lenguaje quieren ser uno”.



El grupo sintetizaba su posición en cinco puntos, una especie de Manifiesto poético, sin serlo porque hubiera sido dogmático, y ellos querían sacudirse todas las estructuras institucionales:

  • La poesía no existe
  • No existen los poetas
  • Existe el poema
  • Todo poema implica una estética
  • Todo poema implica una ética.

Las otras revistas que compartieron la Generación del ´50 fueron:

Ventana de Buenos Aires
Son los poetas herederos de la generación del cuarenta; además, los propulsores de una poesía atenta a las preocupaciones sociales, reunidos alrededor de la revista Ventana de Buenos Aires, bajo la dirección de Mario Jorge de Lellis. Poesía existencialmente barrial, discurso social, uso de lunfardo. Cuenta el barrio de Almagro.  La Ed. Vinciguerra publicó la obra completa.


A partir de cero
La tercera de las líneas la conformaban los surrealistas, liderados por Aldo Pellegrini, al frente de la revista A partir  de cero. Pellegrini es el autor de la mejor antología de la poesía surrealista (Ed. Argonauta)

Como centros poéticos, hay que diferenciar entre Buenos Aires y el Interior. Excepto Rosario y Salta. Buenos Aires el centro de la poesía, de allí que el grupo que hoy trabajamos se llama Poesía Buenos Aires

Poemas de Rodolfo Alonso

La calle es de todos

Por la desesperada luz, la noche blanca
de los niños enfermos, por el cantor alquilado,
por el silencio y los parientes pobres,
por la lógica del amor y la razón de vida,
por el sueño, por los sobreentendidos
que nos unen y a veces nos separan,
por la muerte legítima,
por la tenaza, el pincel y la tijera,
por el vaso y el mar,
por el hierro pero no por las cadenas,
por la perra del ciego y los ojos que vendrán,
por la mano y la memoria,
por la risa de la lluvia y la tibieza
de algún sol sobre una espalda miserable,
por el vuelo y la pesca,
por todas las palabras que nos faltan,
yo digo ahora tembloroso
no sin cierta desconfianza también una palabra pequeña
PAZ


De Guitarrón (La Ventana, Rosario, 1975)

El título indica su posición política




Dones para donar


Te doy lo que me dieron:
Aquel sagrado olor
a la tierra mojada,
y esa voz que es el viento
entre las ramas altas.

Devuelvo lo que tuve:
los árboles hermanos,
las flores que modula
la niebla, el grillo, el pájaro
cantando en la garúa.

Ni herencia, ni legado.
Sólo pasión y tiempo.
La intensa vida, el aire,
la mañana radiante
y cielos en los ojos.
No nos llevamos nada.
¿Es que lo merecimos?
La llama del instante,
colores en el sol,
el crepúsculo juntos.
El fuego de la hoguera
donde vamos ardiendo.

¿Y veo lo que me ve?
En el momento justo,
el liso resplandor
del neto mediodía
sobre una mesa blanca
y frutas entonadas
como parientes próximos:
la luz, la gama, el iris,
limones con bananas
y la manzana verde.

En la lluvia cabemos
instantáneos, de pronto,
íntimos y gregarios,
cercanos y distantes.

La lluvia es nuestro templo.
La canción evidente,
la palabra encarnada,
lo que llegó de afuera
porque sonaba dentro.
¿O es que no somos, lengua?
Y el fuego de la especie,
horizonte y pasado.


(de Poemas pendientes, 2010)

Quintetos, poemas de 5 estrofas.

No hay día de la muerte


a la memoria de José Augusto Seabra


Inmóvil, incesante,
la muerte, árida, impura.

Infiel, infame, injusta,
la dura muerte dura.

Impaciente, infecunda,
la inútil muerte, muda.

Indudable, no duda
la muerte ávida y pura.

Repetición silábica


(de Poemas pendientes, 2010)

Epifanía

Como luz en la luz
suena el invierno, al sol.
Serena madurez,
sabor desnudo
que suspende y sostiene
sin sospechar que sabe,
secreto, sólo en sí,
siente sin sentimiento,
a simple sed,
a simple ser,
solo y sumo en el sol
sagrado del silencio
seco, soberbio, suelto
sobre ese frío encendido.


(de Poemas pendientes, 2010)

Antropofagia

Sobre la playa apenas mancillada, casi virgen aún, no espanta el pie de Viernes sino la implícita amenaza: otros, el Otro, que acaso nos incluye.

(de Poemas pendientes, 2010) 

 Prosa poética, relacionada con un movimiento brasileño con ese mismo nombre, que plantea “comerse” a los europeos para crear algo nuevo.

Azucena Villaflor


“Già vola il fiore magro”

Salvatore Quasimodo

Vuela flor
Azucena

sobre el río

Desde la tierna feria
con bolsa y con monedas
a su cena a su mesa

a su escena

que la vuela

sobre el río
sobre el frío

Bella flor Azucena
de dolor y dolor


(de Poemas pendientes, 2010)

Poema tremendamente doloroso, que juega con el nombre y el terrible destino de una madre de Plaza de Mayo, secuestrada en plena calle, cerca de su casa en Avellaneda, y, posteriormente, arrojada al mar.

A la luz del Limay

Cuando nada nos queda
cuando tanto nos falla

En la pura memoria
relumbra el río Limay

Se aparece de pronto
la serpiente turquesa

Y los ojos se lavan
en la luz del Limay

Sol de la Patagonia
que acaso no podemos

No todo está perdido
luce lumbre el Limay

Entre las pardas cuestas
derrama su esplendor

Sereno indiferente
se nos vuelve el Limay

Con su belleza arisca
pueden contar con él

Distante en apariencia
nadie olvida al Limay

Lima lento y alivia
los vislumbres que alumbra

De todo se hace cargo
libre y largo el Limay

Como la áspera tierra
y el cielo ilimitado

El Limay se regala
sin pensarlo dos veces

No es que nos pertenezca
se hace amigo si quiere

Libre luz del Limay
limando nuestros límites

Él guapea creciendo
suelto en nuestro recuerdo

No es para deshacernos
que nos llama el Limay

Porque a nada se achica
obliga a ser nobleza

Lame lomas sin límite
la luna en el Limay

No es prenda ni es comercio
ni vil chafalonía

Es amistad de orgullo
la que ofrece el Limay

Una cosa de hombres
una cosa de dioses

Cuando todo se olvide
que no cese el Limay

(de Poemas pendientes, 2010)


Se puede apreciar el recurso de paralelismo sintáctico.

Esperamos que los participantes del taller coloquen los poemas que cada uno trabajó en clase. 

1 comentario:

  1. Ejercicio
    Basado en el paralelismo sintáctico
    Y en los poemas de Rodolfo Alonso
    .
    Caminos paralelos

    Sentimos eso que nos decimos
    con los ojos brillantes
    con el aliento cortado.
    Y lo que sabemos y no decimos
    está presente, mirándonos.

    Hablamos de todas las cosas
    Las que nos rozan
    Y las que no se atreven
    A ese cielo que descubrimos,
    te acordás?

    Y bajo nuestras armaduras
    de nuevas, ambiguas
    relucientes indiferencias
    brillan esas íntimas llamas heladas
    que no nos terminan de consumir.
    Que no nos terminan de despertar.

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