Desde la primera vez que leí un poema de Edgar (sí, Edgar, sin "d" final) Bayley, en mi adolescencia, sentí
y me contagié de la alegría de quien escribe poesía por la poesía misma, y sabe
transmitir esa emoción. Claro, no se trata del tonto sentimiento de “todo va a
salir bien, todos siempre felices en las fotos de Facebook”.
No, creo que lo que transmite la poética de Bayley
es hacernos sentir que la vida es así, y que mejor cantar a las cosas buenas.
Tal vez, como él, yo peque de cierta huella y enfoque naive, pero pasen y lean
su poética. Verán que se trata de una poesía despojada de adjetivos, irónica,
celebratoria. Como aquella alegría de la que quedó invadido Conrado Nalé Roxlo
aquella mañana en que, luego de una funesta noche de trabajo en una redacción,
regresó a su casa y compuso aquel maravilloso soneto, El grillo, de un tirón, inmortalizando su “corazón eglógico y
sencillo/ corazón de grillo”.
El recurso estilístico que enlazo a su poética es
precisamente un recurso del plano fónico:
la anáfora.
Es la reiteración de una o varias palabras al
comienzo de varios versos consecutivos o muy cercanos, de una misma estrofa o
de varias estrofas consecutivas. Es un recurso fácil de hacer, “barato” en el
sentido de útil, sencillo y siempre efectivo si se lo sabe usar bien, es decir,
sin cansar.
Éste de arriba es uno de los cuadros del período del arte concreto, realizado por Tomás Maldonado,
hermano de Edgar Bayley; se llama Desarrollo
de un triángulo, 1949, es un óleo s/tela, 80,6 x 60,3 cm. Y pertenece a una
colección privada.
Esta segunda portada pertenece a El día, 1960-1963,Antología poética,
selección y prólogo de Jorge Aulicino, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires,
2015.
Edgar Bayley (Buenos Aires 1919-1990) fue poeta, periodista, editor y escritor argentino. Poeta de las generaciones del ´50 y ´60.
Edgar Maldonado Bayley, quien a partir de 1945 elegiría el nombre de Edgar Bayley (el apellido materno para firmar su obra literaria), nació en Buenos Aires en 1919. Durante la segunda mitad de los años 40 integró con otros poetas y pintores uno de los más importantes movimientos de vanguardia de la Argentina, el "Invencionismo", y luego participó en la dirección de las revistas literarias Poesía Buenos Aires (1950-1960) y Zona de la Poesía Americana (1953-1954) dos publicaciones decisivas en la historia de la poesía argentina.
Dramaturgo y director teatral, traductor, autor de cantidad de relatos, Bayley fue ante todo poeta y uno de los teóricos que más profunda y lúcidamente reflexionaron acerca de la poesía en América Latina. Escribió ocho libros de poemas (En común, La vigilia y el viaje, Ni razón ni palabra, El día, Celebraciones, Nuevos poemas, Alguien llama y Algunos poemas más), uno de relatos (Vida y memoria del doctor Pi) dos de ensayos (Realidad interna y función de la poesía y Estado de alerta y estado de inocencia) y tres piezas teatrales (Burla de Primavera, Farsa de Isopete y El sastre y Dulioto), todos ellos reunidos, junto a otros textos no incluidos en libro o inéditos, en el volumen Obras, publicado por Grijalbo Mondadori en 1999. Desde 1947 hasta su jubilación en1980 trabajó en la Biblioteca de la Caja de Ahorro y Seguro. Falleció en Buenos Aires en agosto de 1990.
Por otra parte, el arte
concreto o concretismo es una tendencia dentro de la pintura abstracta, que se desarrolló durante los años 1930 a partir de la obra de De Stijl, los futuristas y Kandinsky en torno al pintor suizo Max Bill (1908-1994). La expresión arte concreto fue introducida por primera vez por Theo van Doesburg en su «Manifiesto de arte concreto» (1930).
Tal como él lo entiende, esta forma de abstracción debe liberarse de cualquier
asociación simbólica con la realidad, argumentando que las líneas y los colores
son concretos por sí mismos. Predomina la forma sobre el color; se usan colores
planos. Es lo que el degenerado nazi de Hitler llamó “arte degenerado”.
Arte concreto es una expresión acuñada en Europa,
alrededor de 1930. Designa una modalidad de la abstracción que, mediante el
empleo de formas geométricas y el análisis de los elementos plásticos, descarta
toda referencia a un modelo a la vez que se propone desarrollar un sistema
objetivo de composición.
Estas obras creadas
mediante el estudio de las leyes perceptuales y la organización racional de sus
partes, son entidades en sí mismas (concretas) y no actúan como
representaciones de otros objetos.
El vocablo “concreto”
aparece en el centro de una discusión que revela la posición rigurosa de esta
tendencia artística frente a los términos y a la concepción de las obras. Se
pretende lograr la autonomía del arte, y para ello se desechan los mecanismos de
simplificación y de síntesis dependientes aún del motivo, para reemplazarlos
por la invención de formas y su infinita combinación.
El arte concreto
enfrenta directamente al espectador con los mecanismos del lenguaje visual. Por
lo tanto, se opone a las ficciones oníricas creadas por el surrealismo o a las
emotivas del expresionismo, y radicaliza su carácter autorreflexivo –camino
emprendido por la modernidad estética en la segunda mitad del siglo XIX–
logrando productos “concretos” dentro de las reglas de su propio sistema.
Bayley es considerado como un espíritu rector del "Invencionismo" argentino. En un
comienzo, tomó las ideas de Vicente Huidobro y las desarrolló como "... la
creación de una realidad propia en el poema y una negación vigorosa de la
melancolía".
En 1944 forma parte del grupo creador de la revista de artes plásticas y
poesía Arturo, primera expresión importante del arte abstracto en
la Argentina y el acontecimiento fundacional del arte concreto. En esta
publicación, que tuvo un único número, Bayley integra el comité editorial junto
a Carmelo Arden Quin, Gyula Kosice y Rhod Rothfuss, y publica, bajo el título
Tres Poemas: “Estreno escurre”, “Primer poema en ción” y “Segundo poema en
ción”, escritos en marzo de ese año. Participa también con un artículo en el
que habla sobre la abstracción, aboga a favor de la imagen invención y se
pronuncia en contra de todo simbolismo, realismo, expresionismo o romanticismo.
En 1945 el grupo publica el cuadernillo Invención 2, en el que se
reproducen además de poemas, un cuento y un ensayo de Bayley. En este ejemplar
se expone su manifiesto “La batalla por la invención” en el que expresa que la obra de arte no es una representación o
imitación de la realidad sino una invención de “nuevas realidades”. De este modo, Bayley se manifiesta en
oposición a la poesía predominante de aquel momento.
En noviembre de ese mismo año participa de la creación de la Asociación
Arte Concreto-Invención, que agrupa sobre todo a artistas plásticos como su
hermano Tomás Maldonado, Alfredo Hlito, Claudio Girola, Enio Iommi, Raúl Lozza,
y la pintora Lidy Prati, pero también al poeta Simón Contreras, nombre
literario que usó en algunas ocasiones Juan Carlos Lamadrid. Además interviene
con textos sobre el concepto de invención en un impreso que se publica en ese
momento.
En febrero de 1946 redacta
para la revista Orientación, un extenso artículo explicativo bajo
el título “Sobre Arte Concreto”.
En marzo suscribe el Manifiesto Invencionista,
publicado en ocasión de la primera exposición que el grupo realiza en el Salón
Peuser de Buenos Aires. En este contexto, Bayley lidera una enfática arremetida
con el fin de afirmar el valor autónomo del poema y de la obra de arte,
buscando con esto algo más que un simple cuestionamiento de la noción de poesía
y arte.
En agosto aparece el Nº 1 de la revista Arte Concreto-Invención,
de la que integra el comité de redacción junto con Simón Contreras, Alfredo
Hlito y Raúl Lozza. En esta revista publica “Semejante al acaso por las tardes”
–prosa poética– y el poema “Persuadir el límite”. Además escribe “Sobre
Invención Poética”, en el que afirma que el poema es un acontecimiento de la
vida mental y no una representación de la realidad y en el que postula un modo
diferente de expresar la poesía. Aparte, la revista está acompañada por un
suplemento dedicado exclusivamente a la poesía, a cargo de Bayley y Contreras.
También va a participar en Arte Concreto-Invención Nº 2
publicada en diciembre de 1946 bajo la denominación de Boletín, con fragmentos
de su conferencia “Introducción al Arte Concreto” pronunciada el 5 de
septiembre de 1946 en el Centro de Profesionales Diplomados.
En 1947 ocupa el cargo de Segundo Jefe en la Biblioteca de la Caja de
Ahorro y Seguro, puesto que conserva hasta su jubilación en el año 1980.
Un año más tarde, Bayley escribe para el Nº 1 de la revista Ciclo el
artículo “Nuevas realidades” y colabora en forma permanente con la
revista Contemporánea, que dirige Juan Jacobo Bajarlía. En 1949,
mediante un préstamo de la Caja de Ahorro, logra publicar su primer libro de
poemas En común. En ese mismo año se casa con Matilde
Schmidberg y es nombrado secretario junto a Juan Jacobo Bajarlía de la “Orden
del lunar”, agrupación de la que el artista Juan del Prete es presidente y que
nuclea a pintores y escritores de vanguardia.
Al año siguiente, Bayley publica varios textos en el primer número
de Poesía Buenos Aires, revista que, seis años más tarde,
codirigirá con Raúl Gustavo Aguirre, desde el número 21 al 24. En este año nace
su hija Susana y se recibe de bibliotecario en la Escuela de Servicios Sociales
de la Universidad del Museo Social Argentino.
En 1951 dirige junto a Juan Carlos Lamadrid los tres números del boletín
de poesía Conjugación de Buenos Aires y estrena su pieza
teatral Burla de Primavera. También, para teatro,
escribe Farsa de Isopete y el Sastre y al siguiente año funda
y dirige el grupo Teatro Contemporáneo. Más tarde, con edición de Poesía Buenos Aires, publica Antología
de la poesía nueva, que contiene obras de autores relacionados con el Invencionismo.
Durante esta década, Bayley estará en
contacto con poetas más jóvenes como Raúl Gustavo Aguirre, Mario Trejo, Alberto
Vanasco y habrá iniciado una intensa amistad que de ahí en adelante mantendrá
con los surrealistas Aldo Pellegrini, Juan Antonio Vasco, Enrique Molina y
Francisco Madariaga.
En 1953 comienza a frecuentar la casa de Oliverio Girondo y Norah Lange
y escribe la pieza teatral Dulioto que se representa tiempo
después. También Ediciones Poesía Buenos Aires publica una selección de trabajos
de cincuenta autores contemporáneos, en la que Bayley figura en la categoría
“poetas del espíritu nuevo”. En este año nace su hijo Edgardo y estrecha su
relación con los poetas surrealistas de la revista Letra y Línea.
En 1954, Ediciones Poesía Buenos Aires le dedica uno de sus cuadernillos
de la colección “Poetas Argentinos Contemporáneos” además de publicar el
cuaderno Guatemala con poemas de Bayley, Francisco Urondo, Miguel
Brascó, Ramiro de Casasbellas y Trejo entre otros. Este cuadernillo fue concebido
como protesta y denuncia por la invasión del coronel Castillo Armas a ese país
centroamericano, con el respaldo de Estados Unidos, marcando el compromiso
político de los poetas de vanguardia.
En 1955, en la editorial Nueva Visión, dirige la colección “Poesía y
literatura” para la que realiza traducciones de trabajos de Herbert Read y
Gaëtan Picon, entre otros, además de desempeñarse como secretario en la revista Nueva
Visión, creada en 1951 por Maldonado, Hlito y Carlos Méndez Mosquera.
Dos años más tarde, la Universidad Nacional del Litoral organiza la
Primera Reunión de Arte Contemporáneo en la que Bayley participa como invitado.
Las ponencias son publicadas por la universidad en un libro en el que se
incluye “En torno a la poesía contemporánea: la poesía como realidad y
comunicación”, que posteriormente es añadida con modificaciones al
volumen Realidad interna y función de la poesía.
En 1958, durante el gobierno de Arturo Frondizi, cumple funciones en la
Secretaría de Cultura de la Nación, a cargo de José Babini. También aparece
otro libro de poemas, La vigilia y el viaje.
En 1960 se estrena en el Teatro Municipal de Merlo su versión de Juan
Moreira y al año siguiente se edita, bajo el título La vigilia
y el viaje, un volumen que reúne su obra poética: En común, La
vigilia y el viaje y Ni razón ni palabra.
Un año más tarde trabaja como bibliotecario en la Facultad de Ciencias
Económicas de la Universidad de Buenos Aires y en julio de 1963 se publica el
primer número de la revista Zona de la Poesía Americana, en la que
Bayley figura como editor junto a Miguel Brascó, Ramiro de Casasbellas, César
Fernández Moreno, Julio E. Lareu, Noé Jitrik, Jorge Souza, Paco Urondo y
Alberto Vanasco. Luego aparece Antología interna 1950-1965, ordenada
por Fernández Moreno, Jitrik y Urondo, con poemas de ellos tres, y de Bayley,
Brascó, Casasbellas y Vanasco.
En 1966 reúne sus ensayos escritos hasta ese momento en Realidad
interna y función de la poesía. Un año más tarde, junto a Carlos Latorre,
Julio Llinás, Francisco Madariaga y Aldo Pellegrini, forma parte del comité
consultivo de la revista La rueda que, editada por Jorge Souza,
tendrá un solo número aparecido en julio.
En 1968 publica El día, otro conjunto de poemas que ocho
años después quedará incluido junto con Celebraciones (escrito
entre 1968 y 1976) en Obra Poética. Los relatos El Dr.
Pi Torrendell aparecen en 1971, y más tarde Todo el viento del
mundo, con grabados y diagramación de Libero Badii.
En el año 1977 recibe el Gran Premio de
Honor de la Fundación Argentina para la Poesía.
En los últimos años de la dictadura, Bayley se convierte en un promotor
de diversos encuentros que incluyen lectura de poemas, charlas y debates en
donde se vinculan poetas de distintas épocas y tendencias, impulsando así la
presentación de nuevos autores y propuestas.
En 1981 edita Nuevos poemas y un año después Alguien
llama y Antología personal, también de poesías, y los
relatos Vida y memoria del doctor Pi y otras historias. Una
selección de sus poemas con prólogo de César Fernández Moreno aparece en 1985
publicada en Francia bajo el nombre de Anthologie. En 1989 publica su
segundo ensayo Estado de alerta y estado de inocencia y
durante los meses de octubre y noviembre recorre los Estados Unidos invitado
por universidades y centros culturales para dictar conferencias y leer sus
poemas.
A lo largo de su extensa trayectoria colabora además con los
diarios La Nación, Vigencia, Clarín, La Prensa, La Opinión,
Tiempo Argentino (allí lo conocí) –todos de Buenos Aires–, más El litoral (Santa
Fe), La Gaceta (Tucumán) y las revistas Cabalgata,
Reunión, Cinedrama, A, Fichero, Siete Días, Macedonio, La Tabla
Redonda, Diario de Poesía –todas de Buenos Aires–, Poesía y
Poética (Santa Fe), El Lagrimal trifurca (Rosario), Boteghe
oscure (Roma), Courrier du Centre Internacional d’Etudes
Poètiques (Bruselas), Folha de Minas (Belo Horizonte), Sul (Florianópolis), Escandalar (Nueva
York), Ecuatorial (Londres) y Eco (Bogotá).
Así es su poesía:
Llego
nadando
cuando alguien me escribe yo le escribo
cuando alguien me piensa yo lo pienso
cuando alguien me olvida yo lo olvido
tengo mi corazón la mano la araucaria
alianza y comunión
es mi destino
navego otra vez
este mar me lleva hacia mis bodas
brillo y oscuridad
llego nadando
Todo lo visto y vivido
todo lo visto y vivido
cabe en muy pocas palabras:
en la luz de una mañana
en un trompo saltarín
en una tarde de sol
en una silla vacía
en cada piedra y la casa
todo lo visto y vivido
fulgura
se va ocultando
tras las hojas
y entre el viento
al borde de la bahía
todo lo visto y vivido
cabe en la sal
y en la mano
de quien saluda
y me lleva
al caracol y la araña
a la verdad de este día
a mi sendero y mudanza
Certidumbre
un ladrido es un problema de garganta
de corazón más bien
es disonante en un coro de callados
concuerda con el estruendo y la violencia
¿para qué más? ¿Qué otra certidumbre?
gota a gota cae el sentido
de las voces y ladridos
las cuerdas vocales han durado
en esta sonora certidumbre
Es infinita esta riqueza abandonada
Esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas
remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío
no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
cuando alguien me escribe yo le escribo
cuando alguien me piensa yo lo pienso
cuando alguien me olvida yo lo olvido
tengo mi corazón la mano la araucaria
alianza y comunión
es mi destino
navego otra vez
este mar me lleva hacia mis bodas
brillo y oscuridad
llego nadando
Todo lo visto y vivido
todo lo visto y vivido
cabe en muy pocas palabras:
en la luz de una mañana
en un trompo saltarín
en una tarde de sol
en una silla vacía
en cada piedra y la casa
todo lo visto y vivido
fulgura
se va ocultando
tras las hojas
y entre el viento
al borde de la bahía
todo lo visto y vivido
cabe en la sal
y en la mano
de quien saluda
y me lleva
al caracol y la araña
a la verdad de este día
a mi sendero y mudanza
Certidumbre
un ladrido es un problema de garganta
de corazón más bien
es disonante en un coro de callados
concuerda con el estruendo y la violencia
¿para qué más? ¿Qué otra certidumbre?
gota a gota cae el sentido
de las voces y ladridos
las cuerdas vocales han durado
en esta sonora certidumbre
Es infinita esta riqueza abandonada
Esta mano no es la mano ni la piel de tu alegría
al fondo de las calles encuentras siempre otro cielo
tras el cielo hay siempre otra hierba playas distintas
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
nunca supongas que la espuma del alba se ha extinguido
después del rostro hay otro rostro
tras la marcha de tu amante hay otra marcha
tras el canto un nuevo roce se prolonga
y las madrugadas esconden abecedarios inauditos islas
remotas
siempre será así
algunas veces tu sueño cree haberlo dicho todo
pero otro sueño se levanta y no es el mismo
entonces tú vuelves a las manos al corazón de todos
de cualquiera
no eres el mismo no son los mismos
otros saben la palabra tú la ignoras
otros saben olvidar los hechos innecesarios
y levantan su pulgar han olvidado
tú has de volver no importa tu fracaso
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
y cada gesto cada forma de amor o de reproche
entre las últimas risas el dolor y los comienzos
encontrará el agrio viento y las estrellas vencidas
una máscara de abedul presagia la visión
has querido ver
en el fondo del día lo has conseguido algunas veces
el río llega a los dioses
sube murmullos lejanos a la claridad del sol
amenazas
resplandor en frío
no esperas nada
sino la ruta del sol y de la pena
nunca terminará es infinita esta riqueza abandonada
El
día
uno dice no es hora no es hora todavía
oscurece el día huye sobre los árboles
huye vuela solitario sobre el terraplén
sobre el muelle
sobre los brazos extendidos
uno dice no es hora
el camino se interrumpe vuelve
huye muy alto arriba
el día
¿qué diré? ¿qué diré?
amigos de ayer de hoy
los caminos vuelven
pero seguirá la sal de los coros
Un
hombre suelto
alguien
tiene un amigo en su sombrero
alguien
puede hablar con libertad de su relente
alguien
descuida su reloj se descomide
alguien
saluda como un soplo al largo espejo
alguien
espera carta y no le escriben
alguien
habla y lo entienden de corrido
alguien
entiende y habla muy bajito
alguien
obtiene amor donde lo pide
alguien
es por fin un hombre suelto
que
mataron ayer por un descuido
Cuando
ella
Cuando
ella abre los ojos las horas despiertan
respiran
como matas de hierba al amanecer
como
pájaros en la mañana del día siguiente
cuando
ella extiende sus brazos la máscara cesa
el
olvido cesa las orugas reinician su marcha
cuando
ella vuelve a nadar en el agua dormida
la
tierra entrega sus llaves sus momentos propicios
su
amapola su maíz
una
lluvia de azufre una bandera en llamas
cuando
ella mira a lo lejos
se
disuelven las sombras y el nacimiento llega
Un sentido iluminado y cierto
digo
amiga y digo lentamente
las
formas del viento y la madera
digo
un momento un fuego
una
bondad un río una fe
un
nacimiento un aire
un
sentido iluminado y cierto
digo
amiga con palabras con horas
con
ojos con adioses
con
claridad y sombras
y
una estrella
y
tan especial
tan
solo
y
verdadero
es
este amor
y
tan cumplido en sí mismo
tan
abierto
y
rico y generoso
que
dejémoslo ya
sin
tocarlo
mirándolo
a distancia
o
démosle la mano
y
marchemos con él
adonde
quiera
sin
ver
y
sin dudar
y
sin cuidado
No puedo decirlo de otro modo
vendrá
un día un día vendrá un día
habrá
un día
una
mañana
y
tendremos lo que fuimos somos
hubo
un día
una
marsopa
un
escabel un pámpano en el aire
no
puedo decirlo de otro modo
cuando
me pongo a conversar sobre estas cosas
mi
intención es ser muy claro y muy resuelto
no
puedo decirlo de otro modo
vendrá
un día un día vendrá un día
una
mañana
y
todo será muy claro y muy despierto
Los desiertos reales
los
desiertos reales
los
mares imaginarios:
no
hay palabras para elogiar a esta magnolia
tampoco
hay forma de destruir las palabras
ni
el oficio de florista
(guarden
compostura:
en
la soga de colgar se agita la flor blanca)
una
tez de flores de cerezo
la
última gota de sangre
los
desiertos reales
los
mares imaginarios
no
pueden compararse a esta magnolia
Dificultades de la traducción
más
allá de vegetaciones
y
palabras
mi
solo argumento es este árbol
bajo
su sombra
estoy
conmigo
el
follaje
el
fulgor
se
han conmovido
y
no pueden traducirse
así
como nosotros
árbol
tierra
ida
vuelta
contigo
estoy
es
mi argumento
no
puede traducirse
Ella siempre
quiero
decir
puerto
espinel
y
un río
y
catedral reposo
pisadas
en la arena
y
el rojo puente
el
azafrán y el valle
quiero
decir
tu
juego de púrpura y olvido
y
la tenaz viajera sombra
por
donde llega la mañana
Un hombre trepa por las paredes y
sube al cielo
Colgado
de una soga
el
hombre que escala las paredes
tiene
fuertes zapatones con clavos
Escala
las paredes
porque
ha olvidado las llaves de su casa
y
mientras escala las paredes
hasta
llegar al piso trece
se
detiene algunos momentos
en
los balcones de cada piso
donde
aspira el olor de los geranios
las
madreselvas
las
hortensias
y
los malvones
Hay
sol
gallardetes
vendedores
ambulantes
y
más allá está el río
y
más allá los puentes
por
donde se va a la pampa
Abajo
están los niños
que
salen de las escuelas
y
por el cielo pasan aviones y pájaros
y
sombreros de anchas alas
que
el viento arrancó a los desprevenidos
La
soga ha sido atada a la viga
que
sobresale en la azotea
Un
hombre la ciñó a su cintura
y
asciende tomándose de la soga
con
sus manos enguantadas
Usa
un chaleco floreado y una gorra a cuadros
Debe
llegar al piso trece
donde
tiene que regar unos claveles
pisar
maíz
escribir
unas cartas
y
preparar una cazuela
Sube
lentamente
y
en cada piso se detiene un rato para descansar
Entra
en el balcón de cada piso
y
se sienta en un sillón
o
se extiende sobre una reposera
y
conversa con la vecina o los vecinos
y
acepta un café o un mate
o
deja caer un chorro de una gota de vino
en
su garganta
o
juega a las cartas
o
escucha confidencias y da consejos
y
cuenta algún episodio de su vida
hasta
que saluda y se va
y
sigue trepando por las paredes
colgado
de una soga
Es
el hombre que tiene fuertes zapatones con clavos
y
un chaleco floreado y una gorra a cuadros
que
olvidó las llaves de su casa
y
aspira el olor de los geranios
y
debe llegar al piso trece
antes
de que aparezcan los búhos
y
se iluminen las ventanas
Están
los pájaros y el río allá lejos
y
el césped del parque
y
los caballos que galopan por la llanura
y
esta silla desvencijada
y
la bañera
fuera
de uso
llena
de tierra y de flores
y
el mar y el navío que se acerca
y
la lagartija que se escurre entre las rocas
y
el vendedor de diarios que desde abajo
le
grita consejos y advertencias
mientras
el hombre vuela
asciende
conquista
cada piso con esfuerzo
y
mira siempre hacia arriba
la
tierra está lejos
el
cielo está lejos
El
hombre que trepa por las paredes
colgado
de una soga
cuando
entra en una casa por el balcón
es
bien recibido por los vecinos
y
él trata de ser útil
pero
en uno de los pisos
una
mujer inesperada
que
es una sola
y
al mismo tiempo
todas
las mujeres de su vida
le
pide que la lleve con él
Entonces
ella se ata también con la soga
y
sube con el hombre
más
allá del piso trece
hacia
las nubes
el
aire libre
el
cielo
el
viento
entre
los geranios
las
sombrillas
las
reposeras
sobre
puentes y puestos de diarios
y
mástiles
y
enredaderas
y
algunas gotas
y
semillas
y
sueños
con
su gorra a cuadros
con
su chaleco floreado
con
su enamorada de siempre
El poeta Rodolfo Alonso escribió esta nota el 8 de diciembre de 1999, de la que destacamos estos
dos párrafos. Aquí, el link
Aspiraba a que la
imagen tuviera una absoluta autonomía que la liberara de toda servidumbre
respecto de la supuesta representación de algo ajeno a sí misma: "la
palabra entra en relaciones que, en vez de reducir o encerrar su valor poético,
como en el discurso lógico, tienden a liberarlo, dotándolo de una conciencia
nueva, inventiva ", sostenía.
Es difícil imaginar
hoy el escándalo que rodeó a esas manifestaciones creadoras. Los poemas
invencionistas no sólo suprimían toda representación de la realidad o de los
sentimientos, sino también convenciones gráficas como las mayúsculas y los
signos de puntuación. Los austeros cuadros de los pintores concretos, por su
parte, llegaron a resultar tan ofensivos que fueron públicamente execrados por
el ministro del ramo del gobierno peronista en un acto oficial.
La yapa
Acerca de la creación poética dijo:
“No voy a aducir, para descargar responsabilidades,
que he procurado adoptar un punto de vista poético, tanto para
vivir como para manejar las palabras, y que de ese intento o propósito se deriva
el modo como he vivido y escrito. Me parece más adecuado destacar otra
circunstancia: en el momento en que se escribe poesía -coincida o no ese
momento con el de la experiencia poética- uno está solo”.
No
olviden subir sus poemas al blog, ¡buena semana poética!
Ejercicio
ResponderBorrar27-ago-15
Anáfora
Edgar Bayly
Marcela
subimos por las escaleras
subimos subimos subimos
sin hablar sin mirarnos siquiera
sin hablar y sin saber a dónde vamos
si esto es un sueño pensás yo te estoy soñando
serás tan borgeana pienso, que creés que te estoy soñando?
seremos tan serenos entre tanta gente (que cree estar) despierta?
serán los escalones esos que nos miran y nos piensan?
el hastío nos dirá qué hacer dónde dormir con quien jugar?
valdrá la pena quedarse irse dejarse llevar?
nos hermana el silencio
nos hermana el recuerdo
nos hermana esa escalera eterna que no hace más que subir
y subir.