sábado, 23 de agosto de 2014

Clase N° 16 - 21 de agosto 2014

Este es un año Cortázar. Se trata de uno de los grandes escritores argentinos, aunque ni nació ni murió en este país. Dos cifras redondas para recordarlo, con esa manía por lo centesimal, como decía Borges. El 12 de febrero pasado se conmemoraron 30 años de su muerte, y la semana próxima -el martes 26 de agosto- se celebrará el centenario de su nacimiento.

Así que dedicaremos esta clase a explorar quizá lo más desconocido y lo menos leído: su poesía. 
Porque aquel que comienza su camino escriturario desde la sonoridad poética de la palabra, no abandonará jamás ese buril estilístico. Y felizmente para los lectores, impregnará los textos con recursos poéticos que enriquecerán su prosa y ése será el sello de su estilo.

Tal el caso de Julio Cortázar, cuyo primer libro de poemas, Presencias, lo escribió en 1938, a sus 24 años, y bajo el seudónimo de Julio Denis. 


Algunas breves notas biográficas:

Nació en Bruselas en 1914. Su padre era cónsul argentino en Bélgica, que en ese momento estaba ocupado por el imperio alemán. Su familia inició un largo periplo para huir de la Europa en guerra que los llevó primeramente a Suiza y luego a Barcelona, antes de retornar a la Argentina.

Pasó su infancia en Banfield, provincia de Buenos Aires. Su padre los dejó y vivieron durante varios años en medio de estrecheces económicas. Este padre recién reapareció cuando Cortázar ya era un escritor reconocido, con el objeto de tomar alguna ventaja.

Por sus problemas de salud pasó mucho tiempo en cama, y dedicó mucho tiempo a la lectura. Su madre seleccionaba sus libros, de tal modo que ella fue la iniciadora de su camino de lector, y luego, de escritor. Muchos de sus cuentos son autobiográficos (Bestiario, Final del juego, Los venenos y La señorita Cora, entre otros).

Se formó como maestro normal (1932) y luego como profesor en Letras (1935). Abandonó la carrera de Filosofía en la UBA, luego de un año de estudio, para poder ayudar económicamente a su madre. Dictó clases en Bolívar, y luego en Chivilcoy.

En 1944 se mudó a la ciudad de Mendoza, donde impartió cursos de Literatura Francesa en la Universidad Nacional de Cuyo.

Recientemente se ha publicado un relato biográfico sobre este período (Cortázar en Mendoza, de Jaime Correas, editado por Alfaguara). A continuación, repasamos apenas el siguiente artículo publicado la semana pasada en el suplemento de cultura ADN del diario La Nación, acerca de este libro, en una nota realizada por el poeta y crítico Jorge Monteleone, que incluye poemas de Cortázar poco conocidos, de aquella primera etapa. 


El artículo comienza con esta frase tan sugerente respecto de lo que decíamos antes, aquello de comenzar la vida de un escritor desde la poesía:

“Hay un instante en que el poeta sabe para siempre que lo será. Ese instante puede ser un reconocimiento que vagamente transmite el soliloquio; tal vez la visión de un objeto real que de pronto acuerda con un verso inmediato; el deseo demasiado cercano de una infancia recordada a voluntad”.

Pero volvamos a su breve biografía:

En 1946, luego del triunfo electoral de Juan Domingo Perón, Cortázar renuncia a su cátedra y retorna a Buenos Aires («Preferí renunciar a mis cátedras antes de verme obligado a sacarme el saco, como les pasó a tantos colegas que optaron por seguir en sus puestos»).

Durante los siguientes años y hasta 1951, año en que se traslada a París, se recibió de traductor público en inglés y francés, y publicó artículos en diferentes medios. Asimismo, pudo hacer publicar Bestiario, libro de cuentos que le ganó cierto reconocimiento, pero no consiguió una editorial que acepte editar “El examen”, su segunda novela, de neto corte antiperonista y que prefigura su exilio, que recién vio la luz póstumamente, en 1986.

El dato más relevante para su conformación en tanto prosista, es que Julio Cortázar es el más importante traductor al castellano de Edgar Allan Poe, el padre de la literatura del siglo XX.

En París desarrolla su carrera literaria publicando libros de cuentos, novelas, prosas breves. A su vez, comienza a acercarse a distintos movimientos de izquierda en el Caribe y Centroamérica, como Cuba, Nicaragua y Costa Rica y comienza a abogar en contra de las violaciones de derechos humanos en todo el continente americano.

Es interesante tener en cuenta que toda la obra cortazariana no sólo fue escrita en castellano, sino que casi toda ella está además realizada con la mirada puesta en la Argentina, pero con la óptica característica que tienen las personas que viven exiliadas.

Su obra:

Novelas
1960: Los premios
1963: Rayuela
1968: 62 Modelo para armar
1973: Libro de Manuel
1986: Divertimento (escrita en 1949).
1986: El examen (escrita en 1950).
1986: Diario de Andrés Fava (capítulo desprendido de El examen).

Prosas breves
1962: Historias de cronopios y de famas
1979: Un tal Lucas

Cuentos
1951: Bestiario
1956: Final del juego
1959: Las armas secretas
1966: Todos los fuegos el fuego
1974: Octaedro
1977: Alguien que anda por ahí
1980: Queremos tanto a Glenda
1982: Deshoras
1993: La señorita Cora
1995: La otra orilla (obra póstuma, concluida en 1945)

Misceláneas
1967: La vuelta al día en ochenta mundos
1969: Último round
1978: Territorios
1982: Los autonautas de la cosmopista (con Carol Dunlop).
1940-1984: Papeles inesperados (publicados póstumamente en 2009; recopilación de Aurora Bernárdez y Carles Álvarez Garriga).

Teatro
1949: Los reyes (con el seudónimo de Julio Denis).
1995: Adiós Robinson y otras piezas breves (obra póstuma).

Poesía
Presencia, 1938 (sonetos, con el seudónimo de Julio Denis).
Pameos y meopas, 1971
Salvo el crepúsculo, 1984

Epistolario
Correspondencia Cortázar-Dunlop-Monrós, 2009
Cartas a los Jonquières, 2010
Cartas 1. 1937 - 1954, 2012
Cartas 2. 1955 - 1964, 2012
Cartas 3. 1965 - 1968, 2012
Cartas 4. 1969 - 1976, 2012
Cartas 5. 1977 - 1984, 2012

Ensayos y artículos
La urna griega en la poesía de John Keats5
Buenos Aires, Buenos Aires, 1967
Viaje alrededor de una mesa, 1970
Prosa del observatorio, 1972
La casilla de los Morelli, 1973
Fantomas contra los vampiros multinacionales, cómic, 1975
Estrictamente no profesional, 1976
Nicaragua tan violentamente dulce, 1983.
Silvalandia (basado en ilustraciones de Julio Silva), 1984
Alto el Perú (en colaboración con Manja Offerhaus), 1984
Imagen de John Keats (obra póstuma, escrita entre 1951 y 1952).
Clases de literatura. Berkeley, 1980 (publicación póstuma en 2013).
Los niños crecen entre ilusiones, juegos y vivencias. (2012), Antología Letras de Infancias en Latinoamérica, publicado por Fundación Arcor. ISBN 978-987-25436-1-7.


Poemas de Cortázar

A continuación veremos algunos poemas de Cortázar:

Enajenada vida

¡Qué pocamente vives, alma!
Sólo por un cabello que bajo el sol sonríe,
o desde los arroyos por un furtivo paso -
De sustancias ajenas se completa tu reino.
Juntas tienes las manos
centinelas del hueco que en su interior espera,
paloma de humo para las flechas de la luna,
enamorado encuentro de un caballito de aire
-sus rizos o sus cejas-
o solamente el verso que mis arañas tejen
a manera de olvido.
Qué pocamente vives, alma,
pues que vives sin ti y enajenada,
sin que de tantas fugas por sus cielos negados
me traigas una voz, una postal, un trébol.

Mendoza, septiembre 1944 - marzo 1945

Versos para la tarde

Sobre un cielo de loza
se va posando el ave de la noche
con la leve demora
que abre en el horizonte
la vanidad final de sus colores.
-Este pensar la vida
como el dulce vivir de no pensarla;
esta rubia caricia
mojándonos las alas,
sustituyendo el vuelo por la estancia.
Ícaro adolescente,
¿qué fue del remo de aire y la corona?
¿Dónde yace tu muerte
abandonada y sola,
muerte ya sin misión liberadora?
Gaston de Foix, ¿no suena
amargamente el hierro de tu espada?
En la cripta desierta,
¿qué edad vuelve a la hazaña,
quién recoge la luz de tu oriflama?

Mendoza, marzo de 1945

Nocturno

Como el musgo reposas en la sorda
piedra de mi silencio.
Por no herirte sucumbo a los estíos
sin moverme de ti que no lo sabes;
por no infligirte el aire
quemado de tormentas donde ruedo,
giro incansable sobre mi alegría
de muerte.
Ésta es la noche,
asómate sin verme.
 (Estar aquí, tan junto como el ojo a su mirada
que lo ignora -
Porque tú eres el musgo.)
Mendoza, 8 de marzo de 1945

Si bien es de verso libre y sin rima, o con poca rima, todavía se observa en su poetar el uso de figuras anquilosadas, metáforas “antiguas" ya para la época, el uso del pronombre “ti”. Está a la búsqueda de su estilo. 

Poemas de bolsillo

Poemas de bolsillo, de rato libre en el café, de avión en
plena noche, de hoteles incontables.

(¿En cuántos habré parado, en cuántas estaciones y
aeropuertos me esperó ese miedo que siempre me
dieron los lugares de pasaje?).
Recelo de los autobiográfico, de lo antológico: dos de las
cabezas del perro infernal ladrando a orillas de esta máquina
que va poniendo en limpio tanta cosa suelta.

(Pero tres cabezas tiene Cerebro, y la tercera que
gruñe entre espumas de odio es la timidez, esa abyecta
criatura que no existe por sí misma, que exige ser
inventada por los otros).
Me arrimo despacio a este jodido libro, intento un orden,
secuencia, barajo y desbarato, carajo. Empiezo a divertirme,
por lo menos no parece haber riesgo de solemnidad en todo
esto.
(Oigo ladrar al Can, su triple amenaza agazapada. Le
 tiro bizcochos, estos tangos).


La mufa

Vos ves la Cruz del Sur,
respirás el verano con su olor a duraznos,
y caminás de noche
mi pequeño fantasma silencioso
por ese Buenos Aires,
por ese siempre mismo Buenos Aires.
Quizá la más querida

Me diste la intemperie,
la leve sombra de tu mano
pasando por mi cara.
Me diste el frío, la distancia,
el amargo café de medianoche
entre mesas vacías.

Siempre empezó a llover
en la mitad de la película,
la flor que te llevé tenía
una araña esperando entre los pétalos.

Creo que lo sabías
y que favoreciste la desgracia.
Siempre olvidé el paraguas
antes de ir a buscarte,
el restaurante estaba lleno
y voceaban la guerra en las esquinas.

Fui una letra de tango
para tu indiferente melodía.

En este poema, de estilo más libre, apela a la competencia cultural de lector, ya que recurre a imágenes vinculadas con la mitología greco-latina (Cerbero) y también rememoria la nostalgia del exiliado.

Veredas de Buenos Aires

De pibes la llamamos: “la vedera”
Y a ella le gustó que la quisiéramos,
En su torno sufrido dibujamos
Tantas rayuelas.

Después, ya más compadres, taconeando
Dimos vuelta manzana con la barra,
Silbando fuerte para que la rubia
Del almacén saliera, con sus lindas trenzas
A la ventana.

A mí me tocó un día irme muy lejos
Pero no me olvidé de las “vederas”
Pero no me olvidé de las “vederas”.
Aquí o allá, las siento en los tamangos
Como la fiel caricia de mi tierra.
¡Cuánto andaré por “ ái ” hasta que pueda
volver a verlas...!

En este link podrán escuchar la versión musicalizada por Edgardo Cantón e interpretada por Juan Cedrón.

Milonga
El Tata Cedrón cantó esta milonga con música de Edgardo Cantón

Extraño la Cruz del Sur
cuando la sed me hace alzar la cabeza
para beber tu vino negro medianoche.
Y extraño las esquinas con almacenes dormilones
donde el perfume de la yerba tiembla en la piel del aire.
Comprender que eso está siempre allá
como un bolsillo donde a cada rato
la mano busca una moneda el cortapluma el peine
la mano infatigable de una oscura memoria
que recuenta sus muertos.
La Cruz del Sur el mate amargo.
Y las voces de amigos
usándose con otros.

Cuando escribí este poema -dice Cortázar- todavía me quedaban amigos en mi tierra; después los mataron o se perdieron en un silencio burocrático o jubilatorio, se fueron silenciosos a vivir al Canadá o a Suecia o están desaparecidos y sus nombres son apenas nombres en la interminable lista. Los dos últimos versos del poema están limados por el presente: ya ni siquiera puedo imaginar las voces de esos amigos hablando con otras gentes. Ojalá fuera así. ¿Pero de qué estarán hablando si hablan?



El recurso que trabajaremos hoy, además, es la hipérbole.

Exageración muy grande e intencional que consiste en aumentar con el fin de obtener un enunciado más expresivo, como al decir: "Te llamé un millón de veces", "un millón de gracias" o "te doy mil besos"

La hipérbole es una figura literaria que consiste en una exageración intencionada con el objetivo de plasmar en el interlocutor una idea o una imagen difícil de olvidar. Los grandes maestros literarios de la historia han recurrido a menudo a esta figura literaria. El plural de la palabra es hipérboles. 

Frase de Baltasar Gracián
“Devoró libros, pasto del alma, delicias del espíritu”


«Érase un hombre a una nariz pegado» (Quevedo)
«No hay extensión más grande que mi herida» (Miguel Hernández)
«Tanto dolor se agrupa en mi costado que, por doler, me duele hasta el aliento» (Miguel Hernández)
«Porque te miro y muero» (Mario Benedetti)
«¡Te llamé un millón de veces!»(Daniel Robles)
«¡El patio de butacas aplaudió con frenesí!»(Alejandro Duarte)
«El folio parecía una lámina de nieve»
«Sonrisa de oreja a oreja»
"Pedro Barrales se asomó hacia la noche, dio un sonoro rebencazo y dijo con mueca de resignación: -Me parece que a mediodía el sol nos va a hervir los caracuces."( cita de lo literario con lo coloquial). Ver Don Segundo Sombra de Güiraldes.

También encontramos la figura de la hipérbole en los refranes, que no son otra cosa que frases con un claro fin pragmático y didáctico, fosilizadas en la lengua. Tienen rima, además, con el fin de ser fácilmente recordadas.

·         Donde no llega la mujer no llega tampoco el diablo (refrán de Cerdeña)
·         Quien no ha visto Sevilla no ha visto maravilla.
·         No por mucho madrugar amanece más temprano.
·         El que a buen árbol se arrima buena sombra le cobija.
·         No hay mal que por bien no venga.
·         De tal palo, tal astilla.
·         Tanto nadar, para ahogarse en la orilla.
·         Llueve a cántaros.
·         Todo cabe en un jarrito sabiéndole acomodar.
·         Al que madruga Dios lo ayuda.
·         Ni tanto que queme al Santo ni tanto que no lo alumbre.
·         Cuando es sí, aunque te quites. Cuando es no, aunque te pongas.

      Para finalizar, saben que colocaré en el blog todos estos poemas, y además varios links específicos respecto de este furor cortazariano que felizmente se desatará esta semana próxima. 

Aquí esos links, y luego espero que coloquen en el blog los poemas que trabajemos ahora. 

1- Aquí el listado de diez películas basadas en cuentos de Cortázar:



2- Canal Encuentro estrena una serie en homenaje a Julio Cortázar

La tercera temporada de “Memoria Iluminada”, el documental basado en la biografía del escritor, se emitirá a partir del martes 26, a las 22, por esa señal Encuentro, en conmemoración de los 100 años del natalicio del autor de "Rayuela".

3- Incaa TV anunció un homenaje a Cortázar

El canal transmitirá a partir del próximo lunes un ciclo especial en homenaje a los 100 años del nacimiento de Julio Cortázar a partir de una selección de películas que transitan los mundos incontables del escritor.


4-  100 Años Cortázar. 1914 - 26 de agosto – 2014         Intervención sonora / Espacial / Gráfica
          Martes 26 de agosto de 12 a 19 hs
          Lugar: CC Rojas - Av. Corrientes 2040
          Gratis

http://www.rojas.uba.ar/programacion/letras_pensamiento.php


5- En el Malba, hay un curso:

 http://www.malba.org.ar/evento/curso-los-otros-libros-de-julio-cortazar/


6- Cortázar y la música, imperdible.

http://www.cortazarylamusica.com/

7- Reino Crepuscular. 

Homenaje a Julio Cortázar


Proyección del video y presentación del libro de Daniela Lozano con música en vivo del trompetista Juan Cruz de Urquiza, en el 30° aniversario de la muerte del escritor y en el marco de "2014, Año de las Letras Argentinas". Los viernes 15, 22 y 29 de agosto a las 18 hs. en el Bar del Filete del Museo de la Ciudad. Actividad gratuita.


8-Y por último y no menos importante, Cortajazzar, en el Centro Cultural General San Martín


https://www.facebook.com/elculturalsanmartin/photos/a.180874771966350.52161.128308930556268/695990863788069/?type=1&relevant_count=1

Buena semana poética.

Addenda:

Hoy, 27 de agosto, añado este link, que me pasó Valeria, acerca de la obra cortazariana. Muy lindo! No te lo pierdas: 

http://www.cortazarinteractivo.encuentro.gob.ar/

Y un link más con textos poco conocidos (añadido el 31-08-14)

http://www.pulzo.com/entretenimiento/197811-10-escritos-cortos-y-no-tan-conocidos-de-julio-cortazar-100-anos-despues-de

sábado, 9 de agosto de 2014

Clase N° 15 - 7 de agosto 2014

Vamos a dedicar esta clase a dos temas:

En primer lugar, vamos a ver algo de la vida y obra de Alejandra Pizarnik, ya que el próximo jueves nos visitará, en el marco del ciclo de conferencias que convoca la FAP, Cristina Piña, biógrafa de AP.

En segundo término, concluiremos con el tema del retrato, el autorretrato y los tres recursos literarios asociados, frente a la obra El Grito, de Edvard Munch.

Alejandra Pizarnik

Nació en Avellaneda el 29 de abril de 1936, como Flora (le decían Blume o Bluma, que en idish significa pétalo) Pizarnik Bromiker en el seno de una familia de inmigrantes de origen judío. Sus padres, Elías Pizarnik y de Rejzla (Rosa) Bromiker, provenían de Rusia y Eslovaquia, respectivamente, y eran comerciantes. Tiene una hermana mayor, llamada Myriam.

Su infancia fue muy complicada. Hablaba el español con marcado acento europeo y tartamudeaba. Tenía graves problemas de acné y una marcada tendencia a subir de peso. Estas eventualidades minaban seriamente su autoestima. La autopercepción de su cuerpo y su continua comparación con su hermana la complicaron de manera obsesiva. Es posible que comenzara, por esta razón, a ingerir anfetaminas —por las que pronto desarrolló una fuerte adicción—, que le provocaban prolongados períodos con trastornos del sueño, euforia e insomnio. Alejandra padecía lo que se conoce como trastorno límite de la personalidad.

En 1954, tras el bachillerato en el ENPA de Avellaneda, ingresó en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires. Permaneció como estudiante de la Facultad hasta 1957, tomando cursos de literatura, periodismo y filosofía, pero no terminó sus estudios. Paralelamente, tomó clases de pintura con Juan Batlle Planas.

Lectora profunda de muchos y grandes autores durante su vida, intentó ahondar en los temas de sus lecturas y aprender de lo que otros habían escrito. Así se motivó tempranamente por la literatura y por el inconsciente, lo que a su vez hizo que se interesara por el psicoanálisis.

Firmemente apolítica e influenciada en su lirismo por Antonio Porchia, los simbolistas franceses, en especial Arthur Rimbaud y Stéphane Mallarmé, por el espíritu del romanticismo, y por los surrealistas, Pizarnik escribió libros poéticos de notoria sensibilidad e inquietud formal marcada por una insinuante imaginería. Sus temas giran en torno de la soledad, la infancia, el dolor y, sobre todo, la muerte.

Su primer libro fue La tierra más ajena (1955), editado en Botella al mar. Más tarde publicó La última inocencia (1956) y Las aventuras perdidas (1958).

Entre 1960 y 1964, Pizarnik vivió en París donde trabajó para la revista Cuadernos y algunas editoriales francesas, publicó poemas y críticas en varios diarios, tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Césaire, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en la Sorbona. Allí entabló amistad con Julio Cortázar, Rosa Chacel y Octavio Paz, entre otros, siendo este último el prologuista de Árbol de Diana (1962), su cuarto poemario, en el que ya se refleja plenamente la madurez como autora que estaba alcanzando en Europa.

Regresó a Buenos Aires en 1964, publicando sus poemarios más importantes: Los trabajos y las noches (1965), Extracción de la piedra de la locura (1968) o El infierno musical (1971).

En 1969 recibió la beca Guggenheim, lo que le permitió viajar a Nueva York, y en 1971 una Fullbright.

Escribió en prosa La condesa sangrienta (1971).

El 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, se quitó la vida ingiriendo 50 pastillas de un barbitúrico (Seconal) durante un fin de semana en el que había salido con permiso del hospital psiquiátrico de Buenos Aires, donde se hallaba internada a consecuencia de su cuadro depresivo y tras dos intentos de suicidio.

Faltó tiempo para la gran empresa literaria. Alejandra decía que tenía que escribir una novela y que habría de aprender una nueva gramática para llegar a ese fin que rondaba por su cabeza.

Se volvió conocida y leída sólo después de muerta.

Marco literario

La década del ’40 se inició con la Segunda Guerra Mundial ya declarada. El pesimismo, la melancolía y la desolación eran sentimientos que atravesaban en aquella época la vida de las personas y que los artistas manifestaban a través de los lenguajes propios de cada arte.

En el mundo de la poesía, continuaba prevaleciendo la influencia de las vanguardias, el trabajo con el lenguaje, las asociaciones, la particular disposición de los versos en la página, el verso libre y no rimado. Sin embargo, los temas habían cambiado: la angustia, la desolación, la obsesión por la muerte, la soledad y la infancia como un tiempo por recuperar aparecían con frecuencia en un grupo de poetas entre los que se destacaron dos escritoras que, a partir de entonces, serían claves durante las décadas siguientes: Alejandra Pizarnik y Olga Orozco.

Ambas fueron colaboradoras de la revista Sur y del diario La Nación, y publicaron sus poemas en Poesía Buenos Aires (que apareció de 1950 a 1960), una revista que vimos en clases anteriores. La muerte y el desdoblamiento del yo poético, así como el uso de un lenguaje más despojado y directo fueron también una constante en sus producciones. En su obra, la muerte y el desdoblamiento de su yo poético es una constante en su poética.

En la poesía, el uso de la primera persona gramatical, el “yo”, se conoce como “yo poético”, es decir, una primera persona que no necesariamente representa al autor. En los textos de Alejandra Pizarnik, ese “yo poético” se escinde, se divide. A esa escisión del sujeto también se la denomina “desdoblamiento del yo”. En algunos casos, el yo poético nombra al poeta con el cual establece un diálogo, como puede observarse en el siguiente poema:

LA ENAMORADA

esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.
hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba                                                                                             
pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada, ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!

o en un breve poema de Árbol de Diana:
yo y la que fui nos sentamos
en el umbral de mi mirada.

Ese desdoblamiento aparece a menudo como una amenaza y se une a objetos a través de los cuales encuentra un modo de expresarse (los espejos, por ejemplo), y al silencio.

La muerte es, por otra parte, un tema constante que atraviesa la poesía de Pizarnik, se presenta como un personaje misterioso y enigmático que dialoga con otros personajes. En cada uno de esos textos se narran situaciones que combinan la extrañeza y el absurdo con un lenguaje simple y despojado.      

Repasemos algunas frases:

“La muerte ha restituido al silencio su prestigio hechizante”

“La soledad es no poder decirla”
(inminencia)

“Cúrame del vacío”

“La realidad nos ha olvidado y lo malo es que uno no se muere de eso”

“La verdad: trabajar para vivir es más idiota que vivir. Me pregunto quién inventó la expresión ganarse la vida como sinónimo de trabajar. En dónde está ese idiota”
[Fuente: Diarios, 28 de julio de 1962.]

“La jaula se ha vuelto pájaro”

“lo que pasa con el alma es que no se ve
lo que pasa con la mente es que no se ve
lo que pasa con el espíritu es que no se ve
¿de dónde viene esta conspiración de invisibilidades?
ninguna palabra es visible”

“Lo importante es aquello que hacemos con nuestras desgracias”
Reportaje en la revista Sur

¿Cómo no me suicido frente a un espejo
y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco esperaría
con las luces encendidas?

“No es lo mismo decir Buenas noches que decir Buenas noches”

“Nada más intenso que el terror de perder la intensidad.”

“No es un verbo sino un vértigo. No indica acción. No quiere decir ir al
encuentro de alguien sino yacer porque alguien no viene. “


Diarios

Alejandra Pizarnik fue desde muy joven una lectora de diarios de otros escritores, muy especialmente los de Katherine Mansfield, Virginia Woolf y Franz Kafka, que ya habían sido traducidos en Buenos Aires en la década de 1950. La versión española de los Diarios de Kafka se publicó en la Argentina (en traducción de J. R. Wilcock) en 1953. El ejemplar que perteneció a Alejandra lleva escrito en la primera hoja el año en que lo adquirió: 1955; está abundantemente subrayado y visiblemente anotado por ella a lo largo de los años; fue su libro de cabecera, de permanente relectura.

En ella, la idea de escribir un diario como un relato de "vida" está prácticamente ausente. A partir de 1955 el diario es el lugar del aprendizaje y del trabajo por excelencia. Le sirve para aprender a escribir y crearse los medios literarios para su devenir lenguaje. A partir de 1960, y durante toda la época de su estancia en París, el diario es práctica y a la vez proceso: escribiendo deviene su escritura. Este es el periodo de su vida en el que más viaja, y sin embargo no habla de sus viajes, no describe lugares o paisajes, ni ofrece ese tipo de impresiones espontáneas, cotidianas, que normalmente anotan los diaristas. Alejandra escribe casi exclusivamente reflexiones sobre sus lecturas o sobre situaciones emocionales y psíquicas que analiza constituyéndose ella misma en esa tercera persona, que Blanchot llamaba "el neutro" y con la que comienza la literatura. A las terceras personas reales se limita a nombrarlas con iniciales, nunca las describe.

Es también por esta época en la que empieza a hablar de crear lenguaje. Por este lenguaje sufre. Sufre porque es consciente de que esa búsqueda la separa: vuelve imposible el amor, la cotidianidad del amor, la pareja, los domingos en familia, las obligaciones comunes y corrientes, las distracciones. El lenguaje al que Pizarnik aspira no admite distracciones. Y el precio a pagar es muy alto.

La tradición de escritores diaristas es fundamentalmente europea. Son grandes nombres de la literatura francesa, inglesa, alemana o italiana del siglo XIX (Stendhal o Goethe) y del XX (Gide, Mansfield, Woolf, Kafka o Pavese, por citar sólo los más significativos). Pero no abundan ni en España (excepción hecha de algunos ejemplos aislados, como Alcancía Ida y Vuelta, de Rosa Chacel, publicado en vida de la autora) ni en Latinoamérica.

Alejandra Pizarnik es, en este sentido, la primera escritora latinoamericana que escribe un diario concibiéndolo como parte de su proyecto de obra literaria. Trabajar escribiendo en sus diarios le es tan imprescindible como trabajar con sus poemas. La escritura del diario está estrechamente relacionada con la búsqueda de una prosa, la ambición de dotarse de un lenguaje concreto que le permita un día escribir una novela, un proyecto que evocará repetidas veces en sus cuadernos desde 1955.

Hasta el final de su vida, sus diarios tratarán de amor y de sexo, de angustia, "de elegir: o captar al mundo o rechazarlo". Habla del deseo, de las formas del deseo en ella, analizándolas y nombrándolas con tanta lucidez y claridad que la convierten innegablemente en nuestra contemporánea.

Y ahora veremos algunos de sus poemas y prosas poéticas:


SE PROHÍBE MIRAR EL CÉSPED
Maniquí desnudo entre escombros. Incendiaron la vidriera, te abandonaron en posición de ángel petrificado. No invento: esto que digo es una imitación de la naturaleza, una naturaleza muerta. Hablo de mí, naturalmente.

REVELACIONES
En la noche a tu lado
las palabras son claves, son llaves.
El deseo de morir es rey.
Que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones.

SIGNOS
Todo hace el amor con el silencio.
Me habían prometido un silencio como un fuego, una casa de silencio.
De pronto el templo es un circo y la luz un tambor.

Les dejo aquí además un link, que recomiendo, acerca de una entrevista a Cristina Piña, cuando se cumplieron cuatro décadas de su muerte, en 2012.

https://www.youtube.com/watch?v=HSy9oXkXdHU


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Ahora sí, para la ejercitación de hoy, veremos primeramente la imagen de El Grito. Y algo referente a esta gran obra de arte.

Pintado por Edvard Munch en 1893 en París, se encuentra en  la Galería Nacional de Oslo. Es un óleo y temple sobre cartón de 90 X 73 cm  la versión más famosa, ya que pintó otras tres y una litografía para que se pudiese reproducir en los medios de la época.

Él mismo escribió que caminaba con dos amigos, se puso el sol y de repente el cielo se volvió rojo como la sangre, lo que le llevó a detenerse y apoyarse en una valla, extremadamente cansado. Lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo  negro azulado. Sus amigos siguieron caminando mientras él se quedaba atrás, solo, temblando de angustia, sintió el grito terrible, infinito, de la naturaleza. Es un grito desgarrador, nadie lo escucha, nadie repara en su desesperación, no hay salida, no se espera respuesta, no hay esperanza ni consuelo posible. El hombre desde que nace, está condenado a la muerte y no puede hacer nada frente a los designios de la naturaleza.  El propio autor nos recuerda que pasó una infancia con numerosas enfermedades, lo que  podría explicar la oscuridad y el pesimismo de gran parte de su obra. Más tarde afirmó: "La enfermedad, la locura y la muerte fueron los ángeles que rodearon mi cuna y me siguieron durante toda mi vida". Varias fuentes modernas describen la enfermedad de Munch como un caso probable de  trastorno bipolar. Él consideraba esta personalidad conflictiva y un tanto desequilibrada como la base de su genio. La fuente de inspiración para esta estilizada figura, ni masculina ni femenina, la de un ser humano reducido a su esencia podría haber sido  una momia peruana que el autor contempló en París.


 Munch trata de reflejar su angustia personal, pero también puede esconder una crítica a la nueva organización socioeconómica de la época, es decir, grita también contra las injusticias sociales y desigualdades que acompañaron a la Revolución industrial. Se distorsionan las formas retorciéndolas, tratando de buscar con las líneas transmitir el ritmo de esos sentimientos. Los cuadros expresionistas se caracterizan precisamente por su expresividad y fuerza psicológica a través de sus composiciones agresivas. Gombrich decía que estos pintores sintieron intensamente el sufrimiento humano, la violencia, la pobreza y la pasión. Ellos querían mostrar su compasión por los desheredados.

El Grito y toda la obra de este auto, tuvo una gran influencia en el expresionismo alemán. Como anécdota, fue precisamente un crítico de este país, el que desaconsejó a las embarazadas que visitaran este cuadro, junto a otras obras de Munch que se exponían, por el impacto tan perturbador que les podría producir.

Con todo lo visto, trabajaremos los recursos que vimos. Así que luego recuerden subir sus poemas al blog.

Y por último, recuerden que la conferencia que dará Cristina Piña el próximo jueves comenzará a las 19 hs.




viernes, 1 de agosto de 2014

Clase N° 14 31-Jul-14

Hoy vamos a continuar explorando el tema del retrato y el autorretrato, junto con los tres recursos que vimos la clase pasada.

Prosopografía
Descripción física de una persona.

Etopeya
Descripción psicológica o moral de una persona.

Écfrasis
Representación escrita de una representación visual.

Estos tres recursos están articulados entre sí, tanto en retrato como en autorretrato.

Actualmente se dicta en la UBA una carrera llamada Artes combinadas, en ella se estudia ese un trasvasamiento y articulación entre las diferentes artes.


La Gioconda


La Gioconda es el retrato más famoso y conocido de la humanidad. Esto se debe a su inigualable calidad pictórica, pero también al halo de misterio y ambigüedad que rodea a la obra, debido a la multiplicidad de interpretaciones y formas de visualizarla, a la incerteza sobre quién fue el modelo del retrato, el paisaje que la circunda, el motivo del cuadro.

Fue el último cuadro que pintó Leonardo da Vinci, y lo conservó durante años, en los que le fue realizando retoques. Posteriormente, lo compró Francisco I, rey de Francia. De la mano de la Revolución Francesa, La Gioconda llegó al Louvre, donde se conserva actualmente.

Su nombre, La Gioconda (la alegre, en castellano), deriva de la tesis más aceptada acerca de la identidad de la modelo: la esposa de Francesco Bartolomeo de Giocondo, que realmente se llamaba Lisa Gherardini, de donde viene su otro nombre: Mona (señora, del italiano antiguo) Lisa.

Es un óleo sobre tabla de álamo de 77 x 53 cm, pintado entre 1503 y 1519, y retocado varias veces por el autor. Se considera el ejemplo más logrado de sfumato, técnica muy característica de Leonardo, si bien actualmente su colorido original es menos perceptible por el oscurecimiento de los barnices.

Por medio de estudios históricos se ha determinado que la modelo podría ser una vecina de Leonardo, que podrían conocerse sus descendientes y que la modelo podría haber estado embarazada. Pese a todas las suposiciones, las respuestas en firme a los varios interrogantes en torno a la obra de arte resultan francamente insuficientes, lo que genera más curiosidad entre los admiradores del cuadro.

La fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en su belleza, sino también en los misterios que la rodean. Además, el robo que sufrió en 1911 (en el cual participó un argentino), las reproducciones realizadas, las múltiples obras de arte que se han inspirado en el cuadro y las parodias existentes contribuyen a convertir a La Gioconda en el cuadro más famoso del mundo, visitado por millones de personas anualmente.


La técnica empleada, conocida con el término italiano de sfumato, consiste en prescindir de los contornos netos y precisos típicos del "Quattrocento" y envolverlo todo en una especie de niebla que difumina los perfiles y produce una impresión de inmersión total en la atmósfera, lo que da a la figura una sensación tridimensional, efecto que puede visualizarse en manos y en los ojos, que le dan al observador la sensación de que la Gioconda lo “mira”, independientemente del ángulo y la posición del mismo respecto del cuadro, y da la sensación de estar viva, de que nos observa y de que va cambiando de expresión.

Los paisajes que se observa a ambos lados de la modelo no concuerdan en la altura, de tal manera que no es posible “compaginarlos” en una solución de continuidad coherente. Esta discordancia, además, hace parecer a la Gioconda más alta y erguida si se la observa desde el lado izquierdo del cuadro.

La modelo carece de cejas y pestañas. Existe la posibilidad de que esto sea el resultado de restauración demasiado agresiva en siglos pasados, en la cual se habrían eliminado las veladuras o leves trazos con que se pintaron. Pero también existe la hipótesis de que Leonardo evitó pintar las cejas y las pestañas para dejar su expresión más ambigua, o tal vez porque nunca llegó a terminar la obra.

Sobre la cabeza lleva un velo, signo de castidad y atributo frecuente en los retratos de esposas. El brazo izquierdo descansa sobre el de la butaca. La mano derecha se posa sobre la izquierda. Esta postura transmite una impresión de serenidad y de que el personaje retratado domina sus sentimientos.

Además de la nombrada Lisa Gherardini, existen numerosas teorías acerca de modelos alternativas tales como Isabel de Aragón, una amante del propio Leonardo, un adolescente vestido de mujer, un autorretrato del autor en versión femenina o incluso una simple mujer imaginaria. A este respecto, Sigmund Freud sugirió que la pintura reflejaba una "preocupante masculinidad". Estudios que apoyan la teoría de la identidad masculina del modelo lo identifican como Gian Giacomo Caprotti, conocido como Il Salai.

Seguidamente, continuamos leyendo poemas relacionados con el retrato y el autorretrato. Y luego trabajaremos los recursos desde la imagen que veremos de La Gioconda. 

Rafael Alberti (1902 - 1999): escritor español, especialmente reconocido como poeta, miembro de la Generación del ´27. Está considerado uno de los mayores literatos españoles de la llamada Edad de Plata de la literatura española, y, además, era pintor. Fue uno de los muchos españoles que llegaron a la Argentina luego de la Guerra Civil, escapando de la dictadura franquista. A España pudo retornar recién en 1977.

A la pintura

A ti, lino en el campo. A ti, extendida
superficie, a los ojos, en espera.
A ti, imaginación, helor u hoguera,
diseño fiel o llama desceñida.

A ti, línea impensada o concebida.
A ti, pincel heroico, roca o cera,
obediente al estilo o la manera,
dócil a la medida o desmedida.

A ti, forma; color, sonoro empeño
porque la vida ya volumen hable,
sombra entre luz, luz entre sol, oscura.

A ti, fingida realidad del sueño.
A ti, materia plástica palpable.
A ti, mano, pintor de la Pintura.

(A la pintura, 1945-1967) 

Si bien este poema no es un retrato, habla de sus materiales, es parte de la prosopografía.



Delmira Agustini (1886-1914): poeta y activista femenina uruguaya. Su poesía expresó el erotismo femenino en una época en la que el mundo estaba dominado por el hombre. Su estilo pertenece a la primera fase del Modernismo y sus temas tratan acerca de la fantasía y materias exóticas. A los 27 años murió asesinada por Enrique Job Reyes, su ex marido, a pocos meses de divorciarse luego de un breve matrimonio.

Con tu retrato

Yo no sé si mis ojos o mis manos
encendieron la vida en tu retrato;
nubes humanas, rayos sobrehumanos,
todo tu Yo de Emperador innato

amanece a mis ojos, en mis manos.
¡Por eso, toda en llamas, yo desato
cabellos y alma para tu retrato,
y me abro en flor!… Entonces, soberanos

de la sombra y la luz, tus ojos graves
dicen grandezas que yo sé y tú sabes…
y te dejo morir… Queda en mis manos

una gran mancha lívida y sombría…
¡Y renaces en mi melancolía
formado de astros fríos y lejanos!


Gonzalo Rojas (1916-2011): Poeta y profesor chileno, perteneciente a la generación del ´38. Su obra se enmarca en la tradición continuadora de las vanguardias literarias latinoamericanas del siglo XX. Debió exiliarse de Chile en 1973, con el advenimiento de la dictadura pinochetista. Retornó a Chile en 1994 donde vivió sus últimos años.

Retrato de mujer

Siempre estará la noche, mujer, para mirarte cara a cara,
sola en tu espejo, libre de marido, desnuda,
con la exacta y terrible realidad del gran vértigo que te destruye.
Siempre vas a tener tu noche y tu cuchillo,
y el frívolo teléfono para escuchar mi adiós de un solo tajo.

Te juré no escribirte. Por eso estoy llamándote en el aire
para decirte nada, como dice el vacío: nada, nada,
sino lo mismo y siempre lo mismo de lo mismo
que nunca me oyes, eso que no me entiendes nunca,
aunque las venas te arden de eso que estoy diciendo.

Ponte el vestido rojo que le viene a tu boca y a tu sangre,
y quémame en el último cigarrillo del miedo al gran amor,
y vete descalza por el aire que viniste
con la herida visible de tu belleza.
Lástima de la que llora y llora en la tormenta.
No te me mueras.

Voy a pintarte tu rostro en un relámpago tal como eres:
dos ojos para ver lo visible y lo invisible,
una nariz arcángel y una boca animal,
y una sonrisa que me perdona,
y algo sagrado y sin edad que vuela en tu frente, mujer,
y me estremece, porque tu rostro es rostro del Espíritu.

Vienes y vas, y adoras al mar
que te arrebata con su espuma, y te quedas inmóvil,
oyendo que te llamo en el abismo de la noche,
y me besas lo mismo que una ola.
Enigma fuiste. Enigma serás. No volarás conmigo.
Aquí mujer, te dejo tu figura.


Es un retrato de una mujer genérica, idealizada por el poeta.

Y por último, leeremos dos poemas de dos poetas en otras lenguas, francés e inglés. Primero, escucharemos la versión en francés, con la colaboración de Michou en la lectura, para escuchar la musicalidad del poema en su lengua original, y luego, veremos una traducción. Y repetiremos ese mismo proceso con un par de estrofas del poema en inglés, porque es muy extenso; no obstante en el blog, estará completo. Lo leerá Gabriel. Gracias a ambos. 


Blaise Cendrars (1887-1961): su nombre real era Frédéric-Louis Sauser, escritor suizo en lengua francesa. Sus viajes, reales e imaginarios, son la fuente de inspiración principal de su poesía y de su prosa. Tras enrolarse en la Legión Extranjera, participó en la Primera Guerra Mundial en la que perdió el brazo derecho, amputado en 1915 por encima del codo. Este acontecimiento marcó su obra profundamente, puesto que si su brazo derecho fue el que le servía tanto para su oficio de escritor, también le era necesario para el de pianista. La guerra decidió su vocación.

Portrait ou Marc Chagall

Il dort
Il est éveillé
Tout à coup, il peint
Il prend une église et peint avec une église Il dort
Il est éveillé
Tout à coup, il peint
Il prend une église et peint avec une église
Il prend une vache et peint avec une vache
Avec une sardine
Avec des têtes, des mains, des couteaux
Il peint avec un nerf de bœuf
Il peint avec toutes les sales passions d’une petite ville juive
Avec toute la sexualité exacerbée de la province russe
Pour la France
Sans sensualité
Il peint avec ses cuisses
Il a les yeux au cul
Et c’est tout à coup votre portrait
C’est toi lecteur
C’est moi
C’est lui
C’est sa fiancée
C’est l’épicier du coin
La vachère
La sage-femme
Il y a des baquets de sang
On y lave les nouveaux-nés
Des ciels de folie
Bouches de modernité
La Tour en tire-bouchon
Des mains
Le Christ
Le Christ c’est lui
Il a passé son enfance sur la croix
Il se suicide tous les jours
Tout à coup, il ne peint plus                                4
Il était éveillé
Il dort maintenant
Il s’étrangle avec sa cravate
Chagall est étonné de vivre encore


(Blaise Cendrars, Dix-neuf poèmes élastiques)

Retrato de Marc Chagall

Está durmiendo
Se despierta.
De repente, está pintando.
Toma una iglesia y pinta con una iglesia
Toma una vaca y pinta con una vaca
Con una sardina
Con cabezas, manos, cuchillos
Pinta con un nervio de buey
Pinta con todas las sucias pasiones de una pequeña ciudad judía
Con toda la sexualidad exacerbada de la provincia rusa
Para Francia
Sin sensualidad
Pinta con los muslos
Tiene los ojos en el trasero
Y de pronto es tu retrato
Es tú lector
Es yo
Es él
Es su novia
Es el tendero de la esquina
La vaquera
La comadrona
Hay cubetas de sangre
En ellas se lava a los recién nacidos
Cielos de locura
Bocas de modernidad
La torre en tirabuzón
Manos
Cristo
Cristo es él
Pasó su infancia en la Cruz
Se suicida todos los días
De pronto deja de pintar
Estaba despierto
Ahora está durmiendo
Se estrangula con la corbata
A Chagall le sorprende seguir viviendo.

Cendrars y Chagall eran muy amigos. Este poema es un retrato de Chagall pintando, configurando un trasvasamiento entre la literatura y la pintura.



Dante Gabriel Rossetti (1828-1882): poeta, ilustrador, pintor y traductor inglés, de padre italiano. Perteneció a un movimiento llamado Hermandad Prerrafaelista.

The Portrait


This is her picture as she was:
It seems a thing to wonder on,
As though mine image in the glass
Should tarry when myself am gone.
I gaze until she seems to stir,—
Until mine eyes almost aver
That now, even now, the sweet lips part
To breathe the words of the sweet heart:—
And yet the earth is over her.

Alas! even such the thin-drawn ray
That makes the prison-depths more rude,—
The drip of water night and day
Giving a tongue to solitude.
Yet only this, of love's whole prize,
Remains; save what in mournful guise
Takes counsel with my soul alone,—
Save what is secret and unknown,
Below the earth, above the skies.

In painting her I shrin'd her face
Mid mystic trees, where light falls in
Hardly at all; a covert place
Where you might think to find a din
Of doubtful talk, and a live flame
Wandering, and many a shape whose name
Not itself knoweth, and old dew,
And your own footsteps meeting you,
And all things going as they came.

A deep dim wood; and there she stands
As in that wood that day: for so
Was the still movement of her hands
And such the pure line's gracious flow.
And passing fair the type must seem,
Unknown the presence and the dream.
'Tis she: though of herself, alas!
Less than her shadow on the grass
Or than her image in the stream.

That day we met there, I and she
One with the other all alone;
And we were blithe; yet memory
Saddens those hours, as when the moon
Looks upon daylight. And with her
I stoop'd to drink the spring-water,
Athirst where other waters sprang;
And where the echo is, she sang,—
My soul another echo there.

But when that hour my soul won strength
For words whose silence wastes and kills,
Dull raindrops smote us, and at length
Thunder'd the heat within the hills.
That eve I spoke those words again
Beside the pelted window-pane;
And there she hearken'd what I said,
With under-glances that survey'd
The empty pastures blind with rain.

Next day the memories of these things,
Like leaves through which a bird has flown,
Still vibrated with Love's warm wings;
Till I must make them all my own
And paint this picture. So, 'twixt ease
Of talk and sweet long silences,
She stood among the plants in bloom
At windows of a summer room,
To feign the shadow of the trees.

And as I wrought, while all above
And all around was fragrant air,
In the sick burthen of my love
It seem'd each sun-thrill'd blossom there
Beat like a heart among the leaves.
O heart that never beats nor heaves,
In that one darkness lying still,
What now to thee my love's great will
Or the fine web the sunshine weaves?

For now doth daylight disavow
Those days,—nought left to see or hear.
Only in solemn whispers now
At night-time these things reach mine ear;
When the leaf-shadows at a breath
Shrink in the road, and all the heath,
Forest and water, far and wide,
In limpid starlight glorified,
Lie like the mystery of death.

Last night at last I could have slept,
And yet delay'd my sleep till dawn,
Still wandering. Then it was I wept:
For unawares I came upon
Those glades where once she walk'd with me:
And as I stood there suddenly,
All wan with traversing the night,
Upon the desolate verge of light
Yearn'd loud the iron-bosom'd sea.

Even so, where Heaven holds breath and hears
The beating heart of Love's own breast,—
Where round the secret of all spheres
All angels lay their wings to rest,—
How shall my soul stand rapt and aw'd,
When, by the new birth borne abroad
Throughout the music of the suns,
It enters in her soul at once
And knows the silence there for God!

Here with her face doth memory sit
Meanwhile, and wait the day's decline,
Till other eyes shall look from it,
Eyes of the spirit's Palestine,
Even than the old gaze tenderer:
While hopes and aims long lost with her
Stand round her image side by side,
Like tombs of pilgrims that have died
About the Holy Sepulchre.


El retrato

Dante Gabriel Rossetti


He aquí su retrato, tal como era:
no me asombrara tanto si al marcharme
del cuarto quedase cautivo
mi rostro en el espejo tras mirarme.
Lo observo largamente y me parece
que aún respira y su boca se estremece,
que se entreabren sus labios, que podría
oír su dulce acento todavía,
y no obstante en la tierra permanece.

Así fue, como rayo que silencioso
hace la prisión aun más tenebrosa,
del rocío constante ese latido
que da a la soledad su propia prosa.
Del galardón de amor sólo perdura
esto, y lo que con tristes andrajos
recogen de mi alma su consejo,
queda lo que es secreto y es reflejo
bajo tierra sepulto o allí, en la alta tersura.

Al pintar yo, devoto, su figura
entre árboles la puse, donde apenas
la luz penetra el místico verdor,
y el dulce susurrar de las amenas
voces llega apagado; ante el brillante
fuego fatuo, y figuras cuyo ausente
nombre ignoran de sí, y aquella lluvia
de otro tiempo, y sus pasos detrás mío,
escapando como vino, quedamente.

Un bosque sombrío y profundo; allí está ella
como lo estuvo un tiempo, así era entonces:
sus manos sosegadas de doncella,
y el grato fluir de líneas puras, bronces,
la cifra rebasando de lo hermoso
cual ignota presencia o cual dichoso
sueño. Es ella y ya no es ni sombra leve
de si misma en la hierba ni ese breve
reflejo sobre el río rumoroso.

Solos nos encontramos aquel día
y nada entonces turba o importuna
nuestra perfecta dicha y armonía.
—La memoria hace hoy triste, cual la luna
que aparece de día, aquel momento—.
Junto a ella bebo en la fuente, sediento
de otras aguas que fluyen a mi vera,
canta ella donde el eco reverbera
y allí mi alma se llena de contento.

Apenas tuve el ánimo dispuesto
para decir lo que en secreto arde,
estalló la tormenta, el trueno atento
resonó entre los montes. Esa tarde,
junto al cristal que la lluvia batía,
repetí mis palabras, ella oía
con sus ojos perdidos en los campos
por la lluvia y el viento aún apagados,
desiertos y cenagosos todavía.

Aún se agitaba el recuerdo, al otro día,
de todas esas cosas, como el viento
que acaricia la hoja, aún batía
el amor con su ala. Ese momento
deseaba hacer mío y un retrato
me propuse pintar. En dulce trato
fui, entre silencio y platica, trazando
su imagen entre ramas, imitando
la sombra de los árboles.

Y aun cuando la pintaba, todo
era aire fragante en torno mío,
mi amor en su pesar adivinaba
en cada flor bañada de rocío
un corazón latiendo en la espesura.
Oh corazón que ya no se late,
que yace en las tinieblas exiliado
¿Qué es para ti mi amor o esta delgada
red que el sol urde con ternura?

Ya que ahora la luz niega esos días,
nada para escuchar o ver nos queda,
sólo un grave murmullo en las sombrías
tinieblas trae a mi oído su voz queda,
cuando la brisa inclina hacia el sendero,
la sombra de las hojas, y la ribera,
el bosque y las aguas, que el dorado
rubor de las estrellas ha coronado,
yacen igual que yace lo olvidado.

Pude anoche dormir y fantaseando
fui diluyendo mi sueño hasta perderlo.
El llanto mansamente fue brotando
de mis ojos, pues, sin yo pretenderlo,
me hallé en aquellos bosques que un día
con ella recorrí; y allí permanecía,
en una mota de noche sumergida,
cuando al borde de luz llegó el estampido
del océano que tiene corazón de arpía.

Donde el cielo su hálito contiene
y del amor escucha su latido,
donde el ángel reposa su ala tenue
en torno a los astros escondido
¡Cómo habrá de embelesarse complacida
mi alma cuando libre y renacida,
tras los acordes de la celestial danza,
en su alma penetre sin tardanza
y en su silencio a Dios conozca en vida!

Aquí, cercano a su rostro, mi memoria
queda mientras aguarda el dulce ocaso,
hasta que con la mirada gloriosa,
con los ojos más tiernos, oh Parnaso,
que los de ayer, pueda mirar. Y en tanto
anhelo y esperanza, ya quebranto,
se han perdido, en su imagen permanecen
intactos, cual cruzados que perecen
y reposan junto al Sepulcro Santo.

Saben que hay múltiples posibilidades de abordajes para un retrato. Ahora, y como siempre, quiero ver cómo trabajan el tema de La Gioconda.

La clase próxima, el jueves 7 de agosto, finalizaremos el tema del retrato y sus tres recursos, y veremos también algo de la poética de Alejandra Pizarnik, ya que el jueves 14 disfrutaremos de la disertación de la especialista Cristina Piña, que abordará el tema de la poética en AP.

Por último, pero no menos importante, recordemos que el próximo miércoles 6 será la presentación del nuevo poemario de Michou Pourtalé, La mujer sin espalda. ¡Miren qué hermoso título!

Ah!! recuerden subir sus poemas al blog.

Addenda: añado una nota que apareció unos días después, el 5 de agosto; éste es el link y trata justo de la multiplicidad de retratos que hay respecto de La Gioconda.

http://www.clarin.com/sociedad/multiplicacion-Leonardo-Da-Vinci_0_1187881304.html

La multiplicación de los Leonardo Da Vinci

Como por milagro, proliferan las obras del genio


El sitio online Artnet hizo una investigación que revela que “hay un Leonardo o dos por semana en el mercado”.

De vez en cuando llega a los diarios la sospecha –la esperanza– de que tal o cual cuadro colgado en un lugar remoto salió, en realidad, de la paleta del gran Leonardo Da Vinci. De vez en cuando.
A los galeristas, en cambio, les llega más seguido. El sitio online Artnet hizo una investigación a partir de un llamado que recibió un experto en arte estadounidense, Todd Levin. Alguien llamado Richardl Lawler le decía que tenía no uno sino DOS cuadros de Da Vinci para vender. El experto se sorprendió: hasta el momento se conocen sólo 23 obras del artista del Renacimiento.
Sin embargo, a veces lo extraño es real. En marzo se vendió por 75 millones de dólares Salvator Mundi, una obra que recién en 2011 fue atribuida a Leonardo.
Artnet consultó a otro experto, Martin Kemp, de la Universidad de Oxford. El había escuchado hablar de dos cuadros, no sabía si eran los mismos del llamado. “Uno es un retrato de una mujer con una estola de piel y el otro, un supuesto retrato del pintor Salai”. De todos modos, dijo Kemp, a él le llevan entre 12 y 20 “Leonardos” por año.
En 2013, por ejemplo, un supuesto Leonardo fue hallado en un banco suizo. Era el retrato de una mujer de la nobleza, Isabella d’Este. Algunos expertos lo avalaron, otros dudaron.
“Hay un Leonardo o dos por semana en el mercado”, dijo a Artnet el galerista Asher Edelman. “Ninguno está documentado y la mayoría de los especialistas no los daría por auténticos. Las casas de subastas no los rematarían, los bancos no darían préstamos contra ellos”. ¿Edelman había oído hablar de los Leonardos de Lawler? Los que ofrencen esas cosas, dijo, “cambian de nombre todo el tiempo”.
En los últimos años, apareció una Madonna atribuida a Da Vinci en Escocia, un autorretrato en Italia, una versión de la Mona Lisa en Suiza y La bella principessa, pintado con tiza y tinta. Sobre cada uno hay polémica. Grandes nombres, gran atractivo. Ya se sabe, lo barato puede salir muy caro.