Comenzamos un nuevo año poético, un
nuevo viaje poético, el de 2015.
¡Bienvenidos a los Abordajes poéticos!
Agradezco nuevamente a la Fundación Argentina para la Poesía, que este
año tendrá por primera vez en su historia la felicidad de un stand propio en la próxima Feria del
Libro de Buenos Aires, el haberme elegido para volver a conducir este camino.
Saludamos en el blog a nuestro gatito Hápax, que nos ronronea desde la derecha de nuestra página, y comenzaremos con poetas muy gratos a mi espíritu.
Este año abriremos las puertas además a poetas que se expresan en otras
lenguas, para escucharlos en su música, en su ritmo, en su corazón. Y por
supuesto, los traduciremos. El de la imagen es Lawrence Ferlinghetti, de quien hablaremos luego. Pero la foto -una foto equivale a mil palabras, recordad- muestra nuestro espíritu celebratorio respecto de la poesía.
El primero, Konstantin
Kavafis poeta griego (1863-1933), una de las figuras literarias más
importantes del siglo XX y uno de los mayores exponentes del renacimiento de la
lengua griega moderna. Veremos ahora el poema Ítaca. Muchos sabrán que ese nombre geográfico remite a una pequeña
isla ubicada en el mar Jónico, la patria de Odiseo, el héroe del poema homérico,
quien tarda diez años en regresar allí, luego de haber participado en la guerra
de Troya. Y en Ítaca lo esperan siempre su amada esposa Penélope, que teje un
tapiz eterno durante el día y lo desteje durante la noche, y su hijo Telémaco. Y
allí volverá a ser rey.
Kavafis o Cavafis, con “k” o “c”, se inspira
en la Odisea de Homero, propone
una interpretación metafórica del viaje. Porque el viaje es el recorrido de la
vida. Esta metáfora de la vida como sendero, como camino, como viaje, quizá sea
la más poderosa respecto de la vida humana.
Más metafóricamente aún, un viaje se compone
de metas, objetivos, propósitos, intenciones, finalidades, puertas que nos
proponemos abrir en la vida. El sentido del poema de Kavafis es que el
camino, el viaje, es más importante que el objetivo. Cuando el poeta señala que
Ítaca te regaló un hermoso viaje, está
diciéndonos que en ese camino podemos ganar experiencia, adquiriendo
conocimientos y disfrutando del recorrido.
Y nos pide que no nos apresuremos en el viaje, que no quememos etapas, que
disfrutemos paso a paso, porque es el viaje en sí mismo y no
la llegada a la meta lo que nos proporcionará dicha y experiencia.
En el viaje de la vida vamos a
enfrentar lestrigones (caníbales gigantes de Cerdeña) y cíclopes, que a
pesar de que Odiseo los enfrentó con perseverancia y enorme fuerza de voluntad,
no son otra cosa que metáforas de los miedos, monstruos internos que
obstaculizan el avance. Por eso, el poeta dice que nunca hallaremos tales
monstruos si no los llevamos dentro. No hay que pedirle respuestas a Ítaca
nos dice el poeta, y nos habla de la vejez, de cómo llegar a ese buen puerto
con tan mala prensa, enriquecidos por el camino. Kavafis nos propone viajar
hacia la búsqueda y el encuentro con uno mismo, y desde allí, al encuentro con
los demás, con el otro. Como cada ser humano es sagrado y único, su camino
también lo es. Los invito a que hagamos de este año un recorrido poético que
nos enriquezca y que como dice el gran Machado, a quien visitaremos luego, “que
al volver la vista atrás”, nos demos cuenta de que fue bueno compartirlo, que
nos enalteció y que el camino común nos ayudó a encontrar el nuestro propio.
El poema de Kavafis dice así:
Ítaca
Si
vas a emprender viaje hacia Ítaca,
pide
que tu camino sea largo,
rico
en experiencias, en conocimiento.
A lestrigones
y a cíclopes o al airado
Poseidón
nunca temas:
no
hallarás tales seres en tu ruta
si
alto es tu pensamiento y limpia la emoción
de
tu espíritu y tu cuerpo.
A lestrigones
ni a cíclopes, ni al fiero Poseidón
hallarás
nunca
si
no los llevas dentro de tu alma,
si
no es tu alma quien los pone ante ti.
Pide
que tu camino sea extenso,
que
numerosas sean las mañanas de verano
en
que con placer feliz arribes
a
bahías nunca vistas.
Ten
siempre a Ítaca en la memoria.
Llegar
allí es tu meta,
mas
no apresures el viaje,
mejor
que se extienda largos años,
y
en tu vejez arribes a la isla
con
cuanto hayas ganado en el camino,
sin
esperar que Ítaca te enriquezca.
Ítaca
te regaló un hermoso viaje,
sin
ella el camino no hubieras emprendido,
mas
ninguna otra cosa puede darte.
Aunque
pobre la encuentres, no te engañaría Ítaca.
Rico
en saber y en vida como has vuelto
comprenderás
ya qué significan las Ítacas.
Y ya que
nombramos a Antonio Machado (Sevilla, 26 de julio
de 1875-Colliure, 22 de febrero de 1939), traeremos un maravilloso poema que
forma parte de Proverbios y Cantares,
de su poemario Campos de Castilla (1917),
para pensar, debatir y abrir camino a la reflexión acerca de nuestras
decisiones en la vida.
El XXIX, interpretado por Serrat, dice así:
Caminante, son tus huellas
el camino y nada más;
caminante, no hay camino;
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante no hay camino
sino estelas en la mar.
Aquí en este link, Serrat diciendo magistralmente a Machado:
El recurso
que veremos hoy es la hipálage,
vieja amiga que referencia el mundo semántico, el del significado. Lo veremos
para que en la última media hora de clase, habiéndonos humedecido con la
palabra rocíaca de los otros poemas, buscando nuestro estilo, nuestro estro poético
único, trabajemos nuestro propio poema.
La hipálage (del griego ὑπαλλαγή, sustitución, cambio)
es una figura retórica que consiste en atribuir a
un sustantivo una cualidad o acción propia de otro sustantivo cercano en el
mismo texto, rompiendo así con la relación lógica del sustantivo con el verbo o
adjetivo. Un ejemplo es el famoso haiku de Matsuo Bashó:
¿Quién es el que se lamenta,
su barba soplando al viento,
por el ocaso del otoño?
donde se atribuye la acción de soplar a la barba en vez de al viento.
También son un ejemplo aquel verso del canto VI la Eneida (de la catábasis, donde Eneas va junto a la Sibila de Cumas
al encuentro de su padre Anquises) de Virgilio:
Ibant obscuri sola sub nocte per umbram (Eneida 6:268),
Traduzco:
Marchaban (iban) oscuros bajo una noche sola a través de
la penumbra,
Sin hipálage, debería ser: Marchaban (iban) solos bajo una noche oscura a través de la penumbra, donde la noche oscura y los viajeros solitarios han intercambiado los adjetivos que les corresponden.
Sin hipálage, debería ser: Marchaban (iban) solos bajo una noche oscura a través de la penumbra, donde la noche oscura y los viajeros solitarios han intercambiado los adjetivos que les corresponden.
Esta figura también ha sido utilizada por autores del siglo XX, como Pablo Neruda, en su poema XX, cuando
dice:
Escribir, por ejemplo: "La noche está estrellada, y tiritan,
azules, los astros, a lo lejos.",
desplazando el cielo por la noche.
Otros ejemplos son: la noche insomne, la celda
condenada, la valiente espada.
Ahora es el
momento de Robert Frost, Robert Lee Frost,
poeta estadounidense (1874-1963), hijo de una maestra, nacido en San Francisco,
muerto en Boston; así que verán que recorrió caminos. Considerado uno de los fundadores de la poesía moderna en su país, por
expresar, con sencillez filosófica y profundidad sentimental, la vida y
emociones del hombre.
En el poema titulado The road not taken (en su libro
Mountain Interval, de 1920), El
camino no elegido, Frost plantea la metáfora de la vida como un
recorrido en el que las bifurcaciones de un camino, es decir, las alternativas
que se nos presentan en la vida, nos obligan a elegir qué camino seguir. Es
que cuando llegamos a una bifurcación, punto crucial de un recorrido, debemos
tomar una decisión. Y de esa decisión dependerá sin duda nuestro futuro.
Podemos elegir el camino más transitado,
el que la mayoría de las personas elegirían por costumbre o comodidad y por
tanto será más fácil pues la senda está marcada (como en mi caso, que en un
poema del poemario Aquí no duele, digo
en el verso final: hubiera sido tanto más fácil ser dentista (por mi padre, que
era dentista, y había elegido para mí ese camino, que por supuesto no tomé) o decidirnos
por el camino menos transitado y establecer nuestra propia senda,
abrirnos camino ante las dificultades, enfrentar obstáculos e imprevistos.
The road not taken
Y en este link, lo escucharemos bellísimamente
en su lengua original, inglés:
El camino no elegido
Dos caminos se bifurcaban en un bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro, imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
Por último pero no menos importante, Canción de los caminantes, de nuestra
gran y querida María Elena Walsh.
Que expresa la alegría de poder compartir el camino con otro, que siempre es
mejor que estar en soledad. Que la soledad debe ser elegida para ser grata, y
que se expresa en momentos, pero como especie, los seres humanos somos
gregarios.
Y dice así:
Porque el camino es árido y
desalienta.
Porque tenemos miedo de andar a tientas.
Porque esperando a solas poco se alcanza,
valen más dos temores que una esperanza
Dame la mano y vamos ya,
dame la mano y vamos ya.
Si por delicadeza perdí mi vida
quiero ganar la tuya por decidida.
Porque el silencio es cruel, peligroso el viaje,
yo te doy mi canción, tú me das coraje.
Dame la mano y vamos ya,
dame la mano y vamos ya.
Ánimo nos daremos a cada paso,
ánimo compartiendo la sed y el vaso.
Ánimo, que aunque hayamos envejecido,
siempre el dolor parece recién nacido.
Dame la mano y vamos ya,
dame la mano y vamos ya.
Porque la vida es poca y la muerte mucha,
porque no hay guerra, pero sigue la lucha.
Siempre nos separaron los que dominan
pero sabemos hoy que eso se termina.
Dame la mano y vamos ya,
dame la mano y vamos ya.
Porque tenemos miedo de andar a tientas.
Porque esperando a solas poco se alcanza,
valen más dos temores que una esperanza
Dame la mano y vamos ya,
dame la mano y vamos ya.
Si por delicadeza perdí mi vida
quiero ganar la tuya por decidida.
Porque el silencio es cruel, peligroso el viaje,
yo te doy mi canción, tú me das coraje.
Dame la mano y vamos ya,
dame la mano y vamos ya.
Ánimo nos daremos a cada paso,
ánimo compartiendo la sed y el vaso.
Ánimo, que aunque hayamos envejecido,
siempre el dolor parece recién nacido.
Dame la mano y vamos ya,
dame la mano y vamos ya.
Porque la vida es poca y la muerte mucha,
porque no hay guerra, pero sigue la lucha.
Siempre nos separaron los que dominan
pero sabemos hoy que eso se termina.
Dame la mano y vamos ya,
dame la mano y vamos ya.
Aquí encontré una versión cantada
soberbiamente por Susana Rinaldi.
De yapa, que siempre la hay, Lawrence Ferlinghetti, un poeta
estadounidense de la Generación Beat, nacido en Yonkers, Nueva York, el 24 de
marzo de 1919, que todavía vive y tiene una librería fantástica en California
(la 2da foto). En sus sentencias acerca de la poesía, especie de manifiesto, bello
libro titulado Poetry as insurgent art,
dice:
You are Whitman, you are Poe, you are Mark Twain, you are
Emily Dickinson and Edna St. Vincent Millay, you are Neruda and Mayakovsky and
Pasolini, you are an American or a non-American, you can conquer the conquerors
with words.
Una traducción mía:
Eres
Whitman, eres Poe, eres Mark Twain, tú eres Emily Dickinson y Edna St. Vincent
Millay, eres Neruda y Mayakovsky y Pasolini, eres un estadounidense o un no
estadounidense, puedes conquistar a los conquistadores con las palabras.
Y al pie del estribo, el camino, la ilusión y la utopía, vistos por Eduardo Galeano:
https://www.youtube.com/watch?v=rOpVNgjSWNk
Y al pie del estribo, el camino, la ilusión y la utopía, vistos por Eduardo Galeano:
"Ella está en el horizonte -dice Fernando Birri-. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Por mucho que yo camine, nunca la alcanzaré. ¿Para qué sirve la utopía? Para eso sirve: para caminar"
"Ventana sobre la utopía"
https://www.youtube.com/watch?v=rOpVNgjSWNk
Que tengamos
un muy buen viaje juntos, un gran año poético. No olviden subir sus poemas al
blog.
El largo pasadizo de Barajas
ResponderBorrarVariación N° 1
Caminos al azar
caminos decididos
pensados llorados
surcos en el mar
premoniciones de arideces.
Olvidadas ternuras
teñidas de íntimas músicas.
Atardeceres desesperados
oscuridades en silencio.
Y una inesperada mochila
llena de encuentros y goces
se abre camino a casa.
Y sin darme cuenta
trampeo al destino
te miro a los ojos
el tiempo se detiene
y suspira aliviado.
CUASI CAMINO
ResponderBorrarAbsurdo encuentro del camino
cabalgando en móviles corceles
de hierro sonámbulo por el eco
etéreo del tiempo ido
huellas desafiando la arena caliente
en el desierto de la ciudad
sutil derrame de sangre
sobre el cruce peatonal
inefable tragedia.