Hoy nos visita la mirada poética de Fernando Sánchez Sorondo, un poeta felizmente vivo.
Y veremos su poesía antes, así vendrán muy animosos a la conferencia que ofrecerá el jueves próximo.
Noticia biobibliográfica (de lo que encontramos en la web)
Nació en Buenos
Aires en 1943. Ingresó al liceo Naval, del cual fue expulsado al poco tiempo, y
comenzó su peregrinaje por distintos colegios secundarios. Ya escribía y dejó
registro de algunos de esos episodios adolescentes, material que volcó en sus
primeros cuentos.
Desde muy joven se
desempeñó como creativo publicitario, trabajó en importantes agencias
multinacionales. Fue enviado a Perú donde hizo amistad, entre otros escritores,
con Alfredo Bryce Echenique, y Waskar Montenegro, y luego viajó a los Estados
Unidos, país donde dictó seminarios de creatividad para publicitarios.
Con la publicación
de su primer libro, Por orden de azar,
escrito cuando apenas contaba 21 años, Fernando Sánchez Sorondo obtuvo el
Tercer Premio Nacional de Literatura 1963/65 y fue propuesto para el Premio
Municipal 1967. Su obra mereció el reconocimiento general de la crítica y la
particular valoración de Leopoldo Marechal, Ernesto Sabato y Juan Filloy. En su
segundo libro, Piedra libre para Flavia,
encaró el género novelístico con las características esenciales de su estilo
narrativo: prosa fluida, hallazgos sorprendentes, sentido innato para crear
densos climas psicológicos. A partir de una rutinaria muerte familiar, Sánchez
Sorondo describe las tribulaciones de un joven adolescente, perdido entre sus
propios sentimientos, represiones y deseos.
Durante los ´90 viajó
a la India, donde conoció personalmente al gurú Sai Baba, de quien tomará sus
enseñanzas como maestro espiritual.
Actualmente dicta
talleres de escritura.
Publicó 21
volúmenes en los géneros de novela, cuento y poesía. Su obra fue incluida en
numerosas antologías y diccionarios, y traducida varios idiomas. Algunos de sus
cuentos fueron adaptados al teatro y al género musical, en Nueva York.
Rescatamos algunos
conceptos que vertió recientemente respecto de la poesía, en un reportaje
realizado por el sitio de internet No lo vas a leer:
“La literatura gira
alrededor de la metáfora. Enriquece el mundo y a la realidad. Es como cuando se
habla de lo kafkiano, de fenómenos inexplicables que Franz Kafka desarrolla en
sus obras como si fueran cotidianos, o de lo “borgeano”: los espejos, los
laberintos y el infinito que planteó Jorge Luis Borges. Todas esas son
comparaciones porque aluden a cosas misteriosas, raras, como los sueños, pero
que forman parte de la vida cotidiana, y que al fin y al cabo componen la poesía.
Eso es lo que me interesa porque sentí que era el corazón del lenguaje poético”.
Adjuntamos el link
para aquellos que quieran leer el reportaje completo:
Obra poética
A continuación, veremos algunos de sus poemas.
Es poseedor de una poesía despojada de adjetivos pero atiborrada e
impregnada de imágenes que aparecen como ráfagas y estallan en un final siempre
categórico, colorido. Por momentos, encontramos en él a una voz barroca, por
momentos gótica, y siempre irónica, mordaz, dolorida, en la que la vida es narrada
desde lo poético.
Por eso, vinculado con su poética, elegí los recursos de Racconto y flash back, que veremos hoy.
Recursos
Racconto y flash back,
dos recursos semánticos que curiosamente tienen nombre en otro idioma, en este
caso, italiano e inglés.
Se conoce como racconto o narración preactiva a toda
aquella extensa retrospectiva al pasado, que conforme vaya pasando el tiempo va
progresando lentamente de forma lineal hasta llegar al momento inicial del
recuerdo, el punto de partida de la historia. Esta técnica se ha usado tanto en
obras literarias como en cinematográficas.
A mí me gusta más la
definición de racconto en tanto una
técnica retrospectiva del tiempo psicológico de un personaje.
Éste es un recurso semántico
de la narración pero perfectamente lo podemos aplicar a la poesía. Desde ya que
es el recurso más importante del pie métrico del romance.
Y el flash back es un recurso similar, y
digamos que bisagra con el racconto; pero,
a diferencia de éste, hace referencia a recuerdos cortos, que aparecen como
“flashes”.
Algunos ejemplos de
Racconto:
En literatura:
Algunos ejemplos son:
·
El camino, de Miguel Delibes: en esta obra se relata la historia de un
muchacho de pueblo que en la posguerra, y obligado por su padre, decide ir al colegio en una
ciudad. La noche anterior a su viaje, recuerda todos los buenos momentos que
tuvo con sus amigos a los que seguramente no volverá a ver.
· Pedro Páramo, de Juan Rulfo: relata la historia de Juan Preciado, que va en
busca de su desaparecido padre en un enigmático pueblo. Durante su viaje
conocerá a multitud de personajes que le cuentan cosas de su padre. Juan
Preciado va contando la historia a modo de retrospectiva, es decir, se narra la
historia en tiempo presente de Juan Preciado, quien va contando la historia en
tiempo pasado de su padre.
·
El túnel, de Ernesto Sabato: el relato, montado en los recursos de
la novela policial, desarrolla un personaje que revela su psicología
introspectiva e impone al lector un análisis de la desesperanza. El
protagonista, Juan Pablo Castel, persigue inútilmente lo inalcanzable, que no
es sino el regreso a la infancia, simbolizada en la ventana de un cuadro,
motivo reiterado largamente en la narración.
En cine, en las películas:
Cinema Paradiso
El curioso caso de
Benjamin Button
Pulp
Fiction
Kill
Bill
Forrest
Gump
En series de TV:
Aquellos años
felices
Lost
Person
of Interest
En Comics:
El eternauta
Origins – Wolverine
(Marvel Comics)
Ahora sí, su poesía, de
la que daremos un amplio muestreo, producción de años y libros diferentes.
Comenzamos con:
Casualmente
Me he levantado hoy
como si nada ni nadie hubiera sucedido,
sin cálculos ni
presagios, sin edad,
antes de toda
tristeza y de toda palabra,
al margen de todo
derecho y de cualquier obligación.
Detrás de la
ventana, junto al plátano activo,
el mundo sin
escarmiento me instiga a toda empresa.
Al poder y a la
gloria, al amor y al dinero,
a embarcarme con mi
hijo y cruzar el océano,
no menos que a
vestirme de gala y visitarme a mí mismo
o a pasar en limpio
el poema de amor
que casi siempre va
con uno.
Soy un aficionado a
las mañanas, a las vísperas,
al mágico momento
en que llegamos a la sala
y la orquesta
auspiciosa afina sus instrumentos, las antesalas, las turbinas del avión
calentándose,
el golpe en nuestra
puerta del que no estamos seguros,
el rostro tan
parecido al que esperamos, prefigurándolo,
la carta aún no
leída, el regalo no abierto todavía,
la primera
conversación, eterna y baladí
con quien fue luego
nuestro íntimo amigo,
el más remoto y
ambiguo gesto de amor que un día reviviremos
una y mil veces con
la amada,
y que pudo, como
todo, como nosotros mismos,
ser lo que somos —o
no- casualmente.
CRECIÓ TANTO DE
VIEJO....
creció tanto de
viejo
de viudo
de solo
de enfermo
de pena
cuando no daba más
dio más
que nunca
siempre fue tan
contreras
le llevaba la
contra
al poder
a la suerte al
éxito
a casi todo
abrazó el
infortunio
se lo pedía a Dios
le fue concedido
y en abundancia
pero también
la renuncia
el coraje
el arrojo
la inconsciencia
casi
de los chicos
la elegancia
del talento
malogrado
la pureza
la temeridad
la andante
caballería
las furias y las
penas
y esa agria simpatía
tan suya
tan linda
Poema inédito, 2012, en
memoria de mi padre.
DOMINGO
Hoy es domingo en
todas partes y a la tarde.
Domingo en tu
teléfono. Domingo en los cenicientos suplementos literarios.
Domingo en los
corazones francos
de las mucamas y de
las señoras sin mucama.
Domingo en las
cancillerías.
Domingo en las
barbas de los borrachos
-hermosas, canas,
tristísimas
como un espejo
abandonado.
Es el terrible día
en que Dios descansó.
Día frío, ateo y
peligroso
en que Dios
descansó como un banquero.
Hoy tengo un lugar
donde caerme muerto
pero no lo tengo
para vivir.
ESTE SILENCIO...
Este silencio que
seremos
este sonido dado
vuelta
de los ojos
infantiles,
del blanco, de las
manos,
del cuidado, de la
fe;
este silencio
que tachamos
con palabras,
contra el que
hacemos
el amor, la guerra,
hijos;
construimos edificios,
destruimos, nos
enojamos
y, orgullosos, lo
cubrimos
con banderas y
declaraciones.
Contra la buena
nueva
que nos trae,
elegimos
las noticias, las
yemas sucias
de los diarios;
contra su
anunciación,
las encuestas, el
día a día
de los emails.
Sin embargo no
logramos
acallarlo: este
silencio
tendrá siempre
la última palabra.
(De Poemas en blanco,
2012)
LA SUMA...
la suma
de las partes
no me da
tu risa
no me da
tus verdes
tu océano
tu voz
yo te beso
en total yo te
escribo
márgenes
te subrayo
puertos
una llegada
manos
urgentes
te desvisto
ganas
secretos
te sexo
te todo.
MI MADRE ESTÁ
ENTERRADA...
Mi madre está
enterrada en un cajón
en un barrio de
albergues transitorios
y restaurantes
caros, lujosamente horribles,
en los alrededores
de una infancia
con gomeros como
carpas de circo:
yo fui, hace muchos
años, trapecista
de rama en rama y
de dolor en dolor.
Mi madre está
enterrada con señores
viejísimos,
ilustres y feos.
Ella, que es la más
joven,
caliente y viva: yo
creo
que, por las
tardes,
huye de la Recoleta
y alienta el amor
ilegal
de los albergues.
Al menos yo
la he encontrado
más en esos espejos ingenuamente afrodisíacos
que en el espejo de
la memoria.
Mi patria no sé
dónde está.
Mis amigos, amigos.
Mi amor, muy lejos.
NO ME SALE ESTE
INVIERNO...
No me sale este
invierno, no me sale.
Yo tenía un amor al
que le gusta
el invierno, el
frío y su pureza.
Siempre quiso
llevarme a Bariloche.
Traté de retenerla
por las playas
y sus largas
sobrecamas eróticas.
Andaba desnuda para
siempre.
Apagaba estufas. Reía
la intimidad.
La extraño
punzantemente. No volverá.
Si vuelve, la
traerá el verano.
Faltan tantos
cubrecamas, tanta lluvia
olvidada en el
perchero de un médico,
tanto frío en los
pies y en el cerebro,
tantas duchas de
agua hirviendo
para aliviarla, tantos
poemas
y días feriados que
no me van a salir;
me da frío pensar
que, sin embargo,
no moriré de ese
frío.
Hice todo lo que
había que hacer: lloré,
escépticamente
consulté adivinos
que adivinaron que
volvería; oí toda la música de los dos;
repasé los parques;
confié en las costumbres;
choqué, perdí la
agenda, me emborraché,
me acosté contra
ella en cama de otras,
me olvidé del
cumpleaños de mi amigo.
Se fueron tantas
cosas con ella,
que me siento
abandonado de mí mismo;
no atino a recordar
cómo era el mundo.
Se fue la risa
pródiga, el humor bueno,
el cuerpo entero de
mi cuerpo,
la vida sin
ganársela, el don.
Pedí más horas a
esos amigos
ortopédicos que son
los psicoanalistas.
En lugar de sus
cartitas domésticas
las mesas se
llenaron de recetas.
Tuve que comprarme
un despertador.
Se fue la mirada
más luminosa, mi brújula.
Se fue llevarla de
la mano al cine
y bastarme para ser
inmortal.
Aburrí a los amigos
con la historia incesante.
Fumé marihuana en
rueda de fantasmas.
Deseé, por primera
vez, ser otra persona.
Se fueron, bajo sus
polleras, los hijos numerosos,
la vida mágicamente
campestre en plena ciudad.
No encontré un solo
libro para leer:
ninguno estaba
escrito para mí.
Hasta se fue
Fernando de mi cuerpo.
Y todo lo que se va
a ir yendo todavía.
Me quedarán los
libros viejos, los menos amados,
aquellos que no presté o regalé: me quedarán
los muebles que
enviudaron sucesivamente conmigo
y esas ilusionistas
de circo de morondanga:
las palabras. Mi
Dios, si estás, no me abandones.
(De Primeros auxilios,
1987)
ODA AL JAZMÍN
Tengo muchas cosas
que decir del jazmín.
Toda una infancia
que decir,
y vísperas blancas
del verano y las fiestas
que aclaraban la
voz y dilataban el pecho.
Desde entonces,
desde el jazmín, soy practicante
del silencio y del
blanco, del hilo
crudo del misterio,
de las hojas en blanco,
la Nochebuena
recién tendida en familia,
la risa cristalina
del verano,
la inspirada luz de
las velas,
la tímida
elocuencia de la luna,
la primera
estrella, el primer diente,
el baile inmóvil de
los veleros anclados,
la sal del mar y de
la lluvia, las amarras,
y esa fragancia,
profundamente ilesa,
que me devuelve a
la vida sin palabras.
En su incesante
nacimiento y muerte
-como el río que
durando se destruyela
naturaleza levanta,
sin embargo,
en cada jazmín que
se abre a nuestro paso
la más fragante y
nítida bandera de tregua.
(De Salpicón las más
noches, 1974)
QUIÉN HABLA...
Quién habla
de amor
tan
irresponsablemente
un político
un comandante
un vendedor
de Dios
de almas
enjundiosas
baratijas
qué jíbaro
desguazó
nuestras
palabras
malvendiéndolas
y ahora
cómo hago
cuando quiero
decirte
simplemente
que te quiero
y suena
a funcionario
a padrón
estampita
afiche aviso
a novena
y es de décima
me queda
un atajo
ninguno
o la poesía
de veras
nadie
o vos
Poema inédito, 2011
SOMOS LO QUE NO SALE EN
LAS FOTOS...
Somos lo que no
sale en las fotos
ni en las palabras:
el carraspeo, la
entrelínea,
el rellano
entre un
pensamiento
y otro;
lo que nos sobra,
lo que nos falta,
lo que el miedo nos
tiene reservado
a la vuelta de una
esquina
o incluso
frente a frente;
el hilo que se nos
pierde
al hablar;
aquello que nos
desvía
y absorbe, de
pronto,
toda la mirada.
(De Nadie se muera,
2008)
VEO PASAR MI MUERTE...
veo pasar mi muerte
me mira atónita
descreída celosa
hay desorden y no
hay nada más
en el desorden
la mujer que amo
mira el reloj
en un reloj de
hombre
las palabras sirven
el café aguado
de los elogios
exagerados
contra el silencio
afortunadamente
nadie escucha nada
nunca
y no llegaron los
verdaderos amigos
todavía
nadie sabe nada
ni siquiera yo
mismo
ni mi muerte
atónita
será verdad
lo que nos dijeron
de chicos, me oigo
comentarle
a mi hermana
Dolores
ha sido todo tan
rápido
tan lugar común
tan clisé,
perfectamente
tachable
por inverosímil
aunque haya
ocurrido
si ni siquiera
se enteraron la
ropa
los papeles las
facturas
las fotos de otros
muertos
esperándome
la luz que dicen
al final del camino
los maestros
que estarán allá
acompañándome
ni el frío difícil
de acá
ni el florista
que me hace precio
con los nardos
mientras hablamos
de Lima de Chosica
no puedo creerlo
yo justamente
hablé anoche
con él
van a decir
en cualquier
momento los que
dicen
las cosas, los que
llevan
el gasto de la
conversación
al decir
de las novelas
finiseculares
qué de
coincidencias
o ninguna
ya todo es igual
imperan los
sinónimos
y son antónimos
quizá sea
simplemente
un error, una
mentira
una charlatanería
de vecinas con los
brazos
en jarra
una manera de que
pase algo por fin
en una de esas
mi muerte
YO CREO EN DIOS...
Yo creo en Dios:
es de mí mismo
de quien a veces
soy ateo.
Entonces me remonto
y miro
los nombres de los
ríos y montañas
que hacen bien: el
Himalaya, el Rímac,
la bendición de los
mapas,
Almora, Benarés,
Getsemaní,
-ciudades de otras
ciudades el
Monasterio de La
Trapa en Azul,
los accidentes
geográficos
que tanto curan al
hombre.
Y hablo en hindi o
en quechua,
río en guaraní,
sueño en chino,
y despierto en la
palabra justa,
en la eternidad
viviente del mar,
en la divina
proporción salvaje
de la ola en el Océano.
Recuerden uno:
subir al blog sus poemas, y me alegra tanto que la poética de FSS haya servido
de tan buen disparador para la producción de Uds.
Recuerden dos: que
la semana próxima, el 9 de octubre de 2014, la conferencia comenzará a las 19
hs. Nos vemos todos allí, buena semana poética.
RESISTE MENDIGO TRISTE.
ResponderBorrarAyer he muerto olvidé las sombras
la noche apetece el silencio
detrás la incertidumbre verdad factual
llevan al abismo ojos tuyos brillan
en la penumbra persiguen y el infortunio
no calla el dolor cierro los puños señal
de impontecia y muriendo de apoco
visión infranqeable del amor.
Los aplausos son lindos
la gente buena y amable
lenguaje de flores y enredaderas
con mi poesía cada vez mas descontento
pretende confesiones del alma
me muero porque me leas
tengo miedo, para vencerlo
acudí al wisky y el exilio
llegó a mí y al otro.
MIGUEL CURCIO
Ejercicio
ResponderBorrarBasado en el recurso de racconto y la obra de Fernando Sánchez Sorondo
Invenciones
Dedicado al Corto Maltés
Mi memoria atropellada,
parcial, egoísta,
sólo me deja ver
lo que ella quiere:
Esa calle blanca
de casas cuadradas,
prolijas.
Neurótico damero
de límpidas veredas.
Un camino de tierra,
transpirado de higos y choclos
y risas.
Una sirena a lo lejos,
presagio de muerte serial.
Insensatas noches,
llagadas de lágrimas
y destiempos.
Pero no me deja recordar tu sonrisa.
Como si fueras un nunca,
una nada, un abismo.
Y como ese marino,
que navaja en mano
desafió al quiromante,
te escribo, te busco, te invento.
nos encontrábamos
ResponderBorrardesarticulados
fuimos adolescencia
llegada sin retorno y muelle sin ancla
era domingo en siesta abandonada
lloré en tus ojos
los tilos desorientados en tu frente
impapalpables de tiempo
desperté aquella mañana
en mi nombre sin rostro
y nos dejamos
solos
alba estrella gutiérrez
A UNA POETA
ResponderBorrarCompañera de viaje
tuve un sueño
montado en tu poema
recorría la pradera
llegaba a la costa
la arena mojada por aguas
salitrosas invadían tus palabras
con andar resbaladizo
adjetivamos el trote
movimientos envolventes
el verbo corcoveaba
tus silencios jadeantes crines sedosas
sin comas en el galope
el horizonte acercaba la nada
el sol cansino del crepúsculo
sin punto todo seguido
penetramos por el largo túnel
de la creación un alarido mezcla
de esperanza e infortunio
espantó la almohada
llegamos al fin
MIGUEL CURCIO.
Luego de la conferencia del Poeta Fernando Sanchez Sorondo escribí este poema
ResponderBorrar