A
LA BÚSQUEDA DE
LA PROPIA VOZ
Y
DEL
HILO DE ARIADNA
Virginia Woolf sabe –y nos lo dijo– que todo
escritor necesita un cuarto propio para escribir. Claro, porque ella había
encontrado antes su propia voz y quería expresarla y expresarse allí.
Abrimos con un poema no buscado como tal. En realidad, es la primera solapa del libro De Narciso a las selfies, de Carlos Gorostiza, bello y único currículum, de alguna manera su testamento poético, el de un hombre pleno y vital a los 96 años y a la manera de Oliverio Girondo (abajo, más referencia a esta obra).
Mi currículum
Nací, lloré, grité, chupé,
comí, pataleé, pedí, reclamé,
bebí, oriné, defequé, me reí,
sentí, toqué, olí, gusté,
hablé, escuché, jugué,
aprendí, crecí, creé, creí,
dañé, castigué, perdóné,
amé, acaricié, odié,
protesté, forniqué, viajé,
destruí, construí, escapé,
enfrenté, olvidé, recordé,
enfermé, curé, temblé, dudé,
claudiqué, luché, maté, robé,
engañé, soñé, desprecié,
admiré, blasfemé, oré, canté,
gocé, sufrí, pensé, envidié,
di, recibí, peleé, gané, perdí,
afirmé, negué, acepté, callé,
trabajé, enseñé, iluminé,
ensombrecí, inauguré,
clausuré, defraudé, respondí,
acerté, erré, ayudé, ensucié,
limpié. Y ahora espero.
Carlos Gorostiza
Taller de este martes 13 de junio, no te cases ni te embarques por partida doble. Ni los martes, orquídeas. Tampoco, hoy no, porque es el día del escritor en la Argentina, en memoria de Leopoldo Lugones, que había nacido en Villa María del Río Seco, Córdoba, en 1874, y de cientos de tantas y tantos que nos precedieron en este hilo de Ariadna que nos sostiene en la palabra.
A saber:
Hoy,
2017, es también el centenario del nacimiento de Augusto Roa Bastos, el gran
escritor paraguayo, y en 1888 en Lisboa había nacido el que era muchos en él
mismo: el gran Fernando Pessoa, y en 1865 en Dublin William Butler Yeats, y en
1910 en La Coruña, Gonzalo Torrente Ballester, y en 1926 aquí, en Buenos Aires,
Dalmiro Sáenz, y tantos otros más que segura e injustamente no recordamos.
Siempre
estamos a la búsqueda de la propia voz. Y todo nos muestra, todo habla de nosotros.
Los objetos, por ejemplo, nos dicen, nos nombran, aunque no nos demos
cuenta. Y no lo digo yo solamente, lo dice también por ejemplo el escritor
inglés Graham Swift (abajo, en la
Yapa).
A partir
de una antología de poetas que escriben acerca de autos, que acaba de aparecer,
les contaré de un poeta italiano que a principios del siglo XX se enamoró
de la velocidad y le cantó, y también lamentablemente a la guerra y al fuego: Filippo Tommaso Marinetti.
Personaje sumamente controvertido
y excéntrico, Marinetti (Alejandría,
1876 - Bellagio, 1944) fue poeta, escritor y dramaturgo en lenguas italiana y
francesa y dio vida al movimiento
futurista, manifestación de una profunda exigencia renovadora de las formas
expresivas. Y ese es su valor desde lo poético.
El futurismo es el primer movimiento artístico que
se organiza como tal, se reconoce y se define en 1909 a través del Manifiesto
futurista, que publica el poeta Marinetti. Busca el escándalo, admira la
velocidad y la tecnología, las señas de identidad del mundo moderno y pretende
romper con el pasado. Nada del pasado merece la pena ser conservado, dice.
Condenan a los museos, a los que considera como cementerios. Pretenden, y
valoran la originalidad por encima de todo.
Este movimiento estético buscaba romper con la
tradición, el pasado y los signos convencionales que la historia del
arte consideraba como elementos principales a la poesía,
el valor, la audacia y la revolución, pues pregonaba el movimiento agresivo, el
insomnio febril, el paso gimnástico, el salto peligroso y la bofetada
irreverente.
Tenía como postulados: la exaltación de lo sensual,
lo nacional y guerrero, la adoración por la máquina, el retrato de la realidad
en movimiento, lo objetivo de lo literario y la disposición especial de lo
escrito, con el fin de darle una expresión plástica.
Rechazaba
la estética tradicional e intentó ensalzar la vida contemporánea, basándose en
sus dos temas dominantes: la máquina y el movimiento. Se recurría, de este modo, a
cualquier medio expresivo (artes plásticas, arquitectura, urbanismo,
publicidad, moda, cine, música, poesía) capaz de crear un verdadero arte de
acción, con el propósito de rejuvenecer y construir un nuevo orden en el mundo.
Marinetti recopiló y publicó los principios del futurismo en el manifiesto de
1910.
Teniendo
en cuenta la apoteosis y glorificación que hace Marinetti de la velocidad y la
máquina por sobre todo, tomaremos un tema absolutamente imprescindible para
todos nosotros hoy: el celular.
Podríamos contar por ejemplo cómo nos vinculamos con él, qué dirá ese poema en
que lo incluyamos para que nos muestre desde el objeto más utilizado hoy en
día. Veremos qué sale en nuestra ejercitación.
Mientras,
primeramente leeremos a Marinetti (también, más abajo) y luego, para comparar cien años después y el
diferente tratamiento que estos poetas contemporáneos hacen acerca del mismo tema, algunos poemas de
la antología titulada Los autos
(poemas a cuatro ruedas), Ed. en Danza.
De María Teresa Andruetto
Citroën
Regresábamos
en un Citroën
rojo,
desde una laguna de sal,
un
pueblo ahora de fantasmas,
a
nuestra casa, en la luz. Y él
cantaba,
de viva voz, como
nunca
cantaba, voglio vivere
Cosí,
con il sole in fronte, y
mi
madre y nosotras también
cantábamos.
De Edgar Bayley
Un viaje (fragmento)
[.]
vamos a llegar
más
despejados
es
de noche al costado
del
camino
lo
sé
hay
mucho verde
y
flores
en
la temporada
para
qué apurarnos cada uno
piensa
las hemos abandonado
es
temporada cuando viajamos
en
este viejo carretón con motor
o
coche o auto o
como
quieran llamarle a esto
que
responde y anda.
De Joaquín Valenzuela
Renault 12 gris modelo 90
No
iré lejos con este cascajo
Todo
en él se cae a pedazos
No
hay modo posible de recuperar
Esta
masa de fierros
Vencida
por el tiempo
Y
tantos dueños
Que
la sometieron al rigor
De
las rutas argentinas
Hasta
el fin
Y
ahora que no arranca.
Carlos
Núñez
Auto
en la tarde pueblerina
eso
que decís perro es una cinta
de
transmisión por la boca cinta que
apretó
el pedal entre los dientes una
junta
sin aceite
compresión
el
corte
de pecho esa angina
de
bocinazo no es un perro
son
los motores de la
siesta
echando frenos
De Adrián Desiderato
Playa de estacionamiento
Subió
en un ford futura
en
un rambler ambassador
en
un Torino gran routier
después
en un peugeot 504
un
fiat 1600
un
mercedes dos veinte
luego
en un chevrolet super sport
en
un volkswagen importado
en
un dodge polara
cuando
dieron las 20
subió
a su corazón
y
se fue silbando hacia lo humilde.
Respecto de la consigna de la
clase pasada: cada uno
de los miembros del taller lee uno o dos poemas que trabajaron acerca del tema:
mirarse al espejo y escribir qué se ve.
El libro recomendado de la semana es
De Narciso a las selfies, de Carlos
Gorostiza, Ed. Eudeba, 2016.
Dice en
su contratapa:
El último libro
que escribió el gran dramaturgo Carlos Gorostiza antes de morir y su único
ensayo. Se trata de una reflexión escrita o un “travieso paseo” por la historia
universal en el que analiza la visión que tiene el hombre sobre sí mismo, así
como la constante búsqueda que hace con el objetivo de conocerse. ¿Por qué
Narciso? Porque a pesar de ser un personaje nacido de la mente de los
mitólogos, su esencia fue cobrando vida a través de los años.
La Yapa
1- Graham Swift: «Todos los escritores tienen que
encontrar su propio lenguaje»
«La
gente tiene en su interior más de lo que dice, muestra e incluso sabe. No lo
expresan porque no llega la oportunidad, así que una de las funciones
de la ficción es sacar a la luz esas vidas ocultas y darles voz.
Contar historias que de otro modo no habrían sido contadas», señala el autor de
«Últimos tragos». Así, convencido de que su trabajo consiste en atravesar el
plano físico de la realidad para explorar interioridades y explicar «esa
historia que nunca se va a contar», el autor británico ha entregado una novela
breve y concisa que, asegura, «tiene la capacidad, complejidad, riqueza
y profundidad de una novela de pleno de derecho».
Una
apuesta por la contención y la economía narrativa -«¿por qué decir algo en
cinco páginas si lo puedes decir en una?», se pregunta- tras la que se
esconde su peculiar concepción de la literatura. «Al final, no creo que
escribir tenga que ver con las palabras, sino con lo que subyace tras las palabras
-asegura-. La buena literatura utiliza las palabras para capturar algo que va
más allá. No se trata de colocar al lector ante una amalgama de palabras, sino
de llevarle de un sitio a otro utilizando la página como conducto». Es así como
en «El Domingo de las Madres» recorremos toda la vida de una Jane que hace de
Joseph Conrad su modelo de conducta literaria. «Conrad era polaco, y tuvo que
cruzar la barrera del lenguaje. En cierto modo, todos los escritores
tienen que encontrar su propio lenguaje», sentencia.
Graham
Swift (Londres, 1949)
2- Características del Futurismo, su manifiesto y un poema de Marinetti
Entre las características que pueden permitir
clasificar el movimiento, podemos destacar las siguientes:
– Exaltación de la originalidad.
– Estructuras del movimiento: tiempo, velocidad,
energía, fuerza, etc.
– Contenido relacionado con el mundo moderno, las
ciudades y los automóviles, su bullicio y dinamismo. Así como máquinas,
deportes, guerra, etc.
– Utilización de formas y colores para generar
ritmos.
– Colores resplandecientes
– Transparencias
– Multiplicación de líneas y detalles, semejantes a
la sucesión de imágenes de un caleidoscopio o una película.
EL MANIFIESTO FUTURISTA (1909)
1.Queremos cantar el
amor al peligro, el hábito de la energía y de la temeridad.
2. El coraje, la
audacia, la rebelión, serán elementos esenciales de nuestra poesía.
3. La literatura
exaltó, hasta hoy, la inmovilidad pensativa, el éxtasis y el sueño. Nosotros
queremos exaltar el movimiento agresivo, el insomnio febril, el paso de
corrida, el salto mortal, el cachetazo y el puñetazo.
4. Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo
se ha enriquecido con una nueva belleza, la belleza de la velocidad. Un coche
de carreras con su capó adornado con gruesos tubos parecidos a serpientes de
aliento explosivo… un automóvil rugiente, que parece correr sobre la ráfaga, es
más bello que la Victoria de Samotracia.
5. Queremos ensalzar al hombre que lleva el volante,
cuya lanza ideal atraviesa la tierra, lanzada también ella a la carrera, sobre
el circuito de su órbita.
6. Es necesario que el poeta se prodigue, con ardor,
boato y liberalidad, para aumentar el fervor entusiasta de los elementos
primordiales.
7. No existe belleza alguna si no es en la lucha.
Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede ser una obra maestra. La
poesía debe ser concebida como un asalto violento contra las fuerzas
desconocidas, para forzarlas a postrarse ante el hombre.
8. ¡Nos encontramos sobre el promontorio más elevado
de los siglos!… ¿Por qué deberíamos cuidarnos las espaldas, si queremos
derribar las misteriosas puertas de lo imposible? El Tiempo y el Espacio
murieron ayer. Nosotros vivimos ya en el absoluto, porque hemos creado ya la
eterna velocidad omnipresente.
9. Queremos glorificar la guerra –única higiene del
mundo– el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los libertarios,
las bellas ideas por las cuales se muere y el desprecio de la mujer.
10. Queremos destruir los museos, las bibliotecas, las
academias de todo tipo, y combatir contra el moralismo, el feminismo y contra
toda vileza oportunista y utilitaria.
11. Nosotros
cantaremos a las grandes masas agitadas por el trabajo, por el placer o por la
revuelta: cantaremos a las marchas multicolores y polifónicas de las revoluciones
en las capitales modernas, cantaremos al vibrante fervor nocturno de las minas
y de las canteras, incendiados por violentas lunas eléctricas; a las estaciones
ávidas, devoradoras de serpientes que humean; a las fábricas suspendidas de las
nubes por los retorcidos hilos de sus humos; a los puentes semejantes a
gimnastas gigantes que husmean el horizonte, y a las locomotoras de pecho
amplio, que patalean sobre los rieles, como enormes caballos de acero
embridados con tubos, y al vuelo resbaloso de los aeroplanos, cuya hélice
flamea al viento como una bandera y parece aplaudir sobre una masa entusiasta.
Es desde Italia que lanzamos al mundo este nuestro manifiesto de violencia
arrolladora e incendiaria con el cual fundamos hoy el Futurismo porque queremos
liberar a este país de su fétida gangrena de profesores, de arqueólogos, de
cicerones y de anticuarios. Ya por demasiado tiempo Italia ha sido un mercado
de ropavejeros. Nosotros queremos liberarla de los innumerables museos que la
cubren por completo de cementerios.
¡Dios vehemente de una raza de acero,
automóvil ebrio de espacio,
que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes!
¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua,
nutrido de llamas y aceites minerales,
hambriento de horizontes y presas siderales
tu corazón se expande en su taf-taf diabólico
y tus recios pneumáticos se hinchen para las danzas
que bailen por las blancas carreteras del mundo!
Suelto, por fin, tus bridas metálicas.., ¡Te lanzas
con embriaguez el Infinito liberador!
Al estrépito del aullar de tu voz…
he aquí que el Sol poniente va Imitando
tu andar veloz, acelerando su palpitación
sanguinolento a ras del horizonte…
¡Míralo galopar al fondo de los bosques!...
¡Qué importa, hermoso Demonio!
A tu merced me encuentro… ¡Tómame
sobre la tierra ensordecido a pesar de todos sus ecos,
bajo el cielo que ciega a pesar de sus astros de oro,
camino exasperando mi fiebre y mi deseo,
con el puñal del frío en pleno rostro!
De vez en vez alzo mi cuerpo
para sentir en mi cuello, que tiembla
la presión de los brazos helados
y aterciopelados del viento.
¡Son tus brazos encantadores y lejanos que me atraen!
Este viento es tu aliento devorante,
¡insondable Infinito que me absorbes con gozo…
¡Ah! los negros molinos desmanganillados
parece de pronto
que, sobre sus aspas de tela emballenada
emprenden una loca carrera
como sobre unas piernas desmesurados…
He aquí que las Montañas se aprestan a lanzar
sobre mi fuga capas de frescor soñoliento…
¡Allá! ¡Allá! ¡mirad! ¡en ese recodo siniestro!...
¡Oh Montañas, Rebaño monstruoso, Mammuths
que trotáis pesadamente, arqueando los lomos Inmensos,
ya desfilasteis… ya estáis ahogadas
en la madeja de las brumas!...
Y vagamente escucho
el estruendo rechinante producido en las carreteras
por vuestras Piernas colosales de las botas de siete leguas…
¡Montañas de las frescas capas de cielo!...
¡Bellos ríos que respiráis al claro de luna!...
¡Llanuras tenebrosas Yo os paso el gran galope
de este monstruo enloquecido… Estrellas, Estrellas mías,
¿oís sus pasos, el estrépito de sus ladridos
y el estertor sin fin de sus pulmones de cobre?
¡Acepto con Vosotras la opuesta,... Estrellas mías …
¡Más pronto!... ¡Todavía más pronto
¡Sin una tregua¡ ¡Sin ningún reposo
¡Soltad los frenos!... ¡Qué! ¿no podéis?...
¡Rompedlos!... ¡Pronto!
¡Que el pulso del motor centuplique su impulso!
iHurral ¡no más contacto con nuestra tierra inmunda!
¡Por fin me aparto de ella y vuelo serenamente
por la escintilante plenitud
de los Astros que tiemblan en su gran lecho azul!
Filippo Tomasso Marinetti
¡Nos deseo muy buena semana poética, buen invierno para el Hemisferio Sur y buen verano para el Hemisferio Norte de este bendito planeta azul nuestro!
Ejercicio de instrospección poética
ResponderBorrarNací en un mundo
en blanco y negro
y papel brillante.
Las bombas caían en olvidos
de memorias ausentes.
Crecí en un país jardín de infantes
rodeado de inquietas
máscaras de yeso
y tibias tardes
de lejanos recuerdos.
Esquivé alcantarillas,
tribunas
y la apacible costumbre
de amanecer
en el mismo continente.
Cumplí con mis antepasados
y también los defraudé.
Ellos también.
Jirones de árboles, libros
hijos, y un par de pergaminos
ajados de exilio
se ven en mi camino.
Y el camino,
el camino
no se termina.
Ejercicio 2
El celular de Marinetti
V2
No necesito la tele.
No necesito al mundo.
No necesito hablar con nadie.
No te necesito a vos.
Ni siquiera a vos.
La cola del supermercado no me afecta:
Mi pantalla de 4” siempre ofrece un libro para leer.
Una casi sempiterna cortina de música
Me protege del parlamento prefabricado
que interpreta, sinfónica, la gilada que me rodea.
No hay conocimiento que se me escape
Si quiero saber cuándo cae
el cumpleaños de Homero,
la composición química del aburrimiento
o la décima sinfonía de Magritte
ingreso al oráculo de Google o al de Yahoo.
Mi celular sabe dónde estoy, a dónde voy
a qué hora y con quién.
Veo a mis hijos todo el tiempo
atrapados bajo el protector de pantalla
Mi celular desafía la memoria, la sensibilidad, el contacto físico.
Y gana. Casi siempre.
Y cuando se te pase la chinche luego de leer estas líneas
Podremos encontrarnos.
A través del celular.