MARK
TWAIN,
RAFAEL ALBERTI
Y SU
MARINERO EN TIERRA
Y SU
MARINERO EN TIERRA
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PROSOPOPEYAS VARIAS
El gran escritor estadounidense Mark Twain decía con toda su simpática ironía: “Nunca he permitido que la escuela entorpeciese mi educación”.
Se
refería, claro, a esa capacidad de simbolizar innata que tienen los niños…hasta
que son normatizados por la escuela.
En esta clase esta vez trabajaron mayormente los talleristas. Leyeron sus
poemas/ejercicios, vinculados justamente con el tema de la posibilidad y la
capacidad de simbolización que tenemos los seres humanos. Es que el juego simbólico, es decir, la posibilidad
de crear situaciones mentales y combinar hechos reales con abstracciones es
natural en los primeros años. Y luego, si no lo seguimos
cultivando, lo perdemos.
Combinamos después el trabajo con la explicación de una herramienta del
lenguaje, un recurso poético: la prosopopeya, en sus cuatro posibilidades:
♦ la animización: atribución de cualidades propias de seres animados en general a seres
inanimados. Un rayo de sol corrió quebrándose en los
montes dice Ricardo Güiraldes.
♦ la personificación: atribución de rasgos humanos o conductas a seres no humanos. Y todo el campo un momento/se queda mudo y sombrío dice Antonio Machado.
♦ la animalización: atribución de rasgos propios de los animales a otros seres vivos o a
objetos. No vino el hombre de piedra dice José Pedroni.
♦ la cosificación
/reificación: atribución de rasgos propios de objetos a seres vivos.
Da cuerda a tu brazo dice César Vallejo.
Más tarde sí, leímos poemas del primer Rafael Alberti, aquél de los versos de Marinero
en tierra con el que ganó el Premio Nacional de Literatura en España en
1924.
♦ Sueño del marinero
Yo,
marinero, en la ribera mía,
posada sobre un cano y dulce río
que da su brazo a un mar de Andalucía,
sueño ser almirante de navío,
para partir el lomo de los mares
al sol ardiente y a la luna fría.
¡Oh los yelos del sur! ¡Oh las polares
islas del norte! ¡Blanca primavera,
desnuda y yerta sobre los glaciares,
cuerpo de roca y alma de vidriera!
¡Oh estío tropical, rojo, abrasado,
bajo el plumero azul de la palmera!
Mi sueño, por el mar condecorado,
va sobre su bajel, firme, seguro,
de una verde sirena enamorado,
concha del agua allá en su seno oscuro.
¡Arrójame a las ondas, marinero:
-Sirenita del mar, yo te conjuro!
Sal de tu gruta, que adorarte quiero,
sal de tu gruta, virgen sembradora,
a sembrarme en el pecho tu lucero.
Ya está flotando el cuerpo de la aurora
en la bandeja azul del océano
y la cara del cielo se colora
de carmín. deja el vidrio de tu mano
disuelto en la alba urna de mi frente,
alga de nácar, cantadora en vano
bajo el vergel azul de la corriente.
¡Gélidos desposorios submarinos,
con el ángel barquero del relente
y la luna del agua por padrinos!
El mar, la tierra, el aire, mi sirena,
surcaré atado a las cabellos finos
y verdes de tu álgida melena.
Mis gallardetes blancos enarbola,
¡Oh marinero!, ante la aurora llena
¡y ruede por el mar tu caracola!
♦ A
un capitán de navío
Sobre
tu nave —un plinto verde de algas marinas,
de moluscos, de conchas, de esmeralda estelar,
capitán de los vientos y de las golondrinas,
fuiste condecorado por un golpe de mar.
Por
ti los litorales de frentes serpentinas
desenrollan, al paso de tu arado, un cantar:
—Marinero,
hombre libre que los mares declinas,
dinos los radiogramas de tu estrella Polar.
Buen
marinero, hijo de los llantos del norte,
limón del mediodía, bandera de la corte
espumosa del agua, cazador de sirenas;
todos
los litorales amarrados del mundo
pedimos que nos lleves en el surco profundo
de tu nave, a la mar, rotas nuestras cadenas.
♦ Si mi voz muriera en tierra
Si mi voz muriera en
tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.
y dejadla en la ribera.
Llevadla al
nivel del mar
y nombardla capitana
de un blanco bajel de guerra.
y nombardla capitana
de un blanco bajel de guerra.
¡Oh mi voz
condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!
La Yapa
1- Alberti dice a Rubén Darío https://www.youtube.com/watch?v=hBNaxV4783w
2- Alberti aquí dice 34 poemas https://www.youtube.com/watch?v=op6qgtMgI3c
3- Joan Manuel Serrat canta a Alberti https://www.youtube.com/watch?v=yfHx1RPuHzk
4- Una de sus últimas entrevistas, aquí con Joaquín Soler Serrano http://www.rtve.es/alacarta/videos/a-fondo/fondo-rafael-alberti/2796366/
Aviso parroquial
La Fundación Argentina para la Poesía convoca a presentarse a los dos certámenes para poesía inédita, 2017, ambos con cierre de inscripción el 31 de agosto 2017. Uno, Premio estímulo para jóvenes, de 18 a 40 años. El otro, el clásico premio de la FAP, dedicado este año a la memoria y obra de Alfredo De Cicco.
Consultá bases de cada concurso aquí:
http://www.letrasargentinas.com.ar/Actividades.html
http://www.letrasargentinas.com.ar/Actividades.html
Ejercicio
ResponderBorrarSé el capitán de tu propio destino
El impaciente baile de las olas
deja a la intemperie a las
almejas y berberechos
conscientes de su incierto destino.
La arena recuerda con nostalgia
la espartana limpieza precolombina
los inocentes vientos decantan
la sangre seca puñales de ónix.
El inmutable horizonte
atesora un silencioso celo de tierras lejanas
abiertos espacios demudados
de y cenizas cantos.
El mar llama, atemoriza
surcos invisibles
horadan cansados cascos
pálidas sirenas
rasguñan quillas y timones
El capitán sabe.
Su curtida mirada
penetra la ondulante llanura.
mientras la tierra
se disuelve al filo
del horizonte.
Segunda versión - sin adjetivos
El baile de las olas
deja a la intemperie a las
almejas y berberechos
conscientes de su destino.
La arena recuerda con nostalgia
la limpieza precolombina
los vientos decantan
la sangre seca de los puñales de ónix.
El horizonte
atesora un celo de lejanías
espacios cenizas y cantos.
El mar llama, atemoriza
Los surcos horadan cascos
Las sirenas
rasguñan quillas y timones
El capitán sabe.
Su mirada
penetra la llanura.
mientras la tierra
se disuelve al filo
del horizonte.